“La decisión la tomará esta noche”. Los colaboradores del presidente siguen perdiéndose en vagas afirmaciones y duras críticas a la oposición cuando se les pide algún tipo de orientación sobre lo que anunciará mañana el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, después del periodo de reflexión que se ha dado para decidir si sigue en el cargo tras la investigación judicial abierta a su esposa, Begoña Gómez, por un presunto delito de tráfico de influencias.
El reloj está ya en tiempo de descuento. Y por el camino de la reflexión presidencial se han cruzado también los socios de investidura, que están aprovechando para apretar fuerte, preventivamente, a Moncloa en señal de aviso sobre lo que se les viene encima, haga lo que haga el presidente. Las bromas y chanzas que exhiben en público en la campaña catalana Junts y ERC, aquello de que a la política “se viene llorado “, no es nada comparado con lo que se les escucha decir en privado, y con lo que hacen llegar por distintas vías a los colaboradores de Sánchez.
Ahí, entre sus socios, el presidente no está recibiendo ninguna señal de apoyo, ni en modo de homenaje de resistencia ni tampoco a la manera de un cariñoso funeral anticipado. Sin piedad, y pese a todas las cesiones, y pese a la comprensión que Sánchez siempre ha mostrado hacia sus postulados, sea del lado vasco o catalán, con la excepción de Bildu -su más leal socio-, desde las demás formaciones independentistas lo que salen son críticas desagradecidas y más exigencias, para el presidente o para quien pudiera sucederle.
Junts y PNV ven a Sánchez “doblado” y con su tiempo en política “ya terminado”. “Él sabe que está de salida y por eso monta el número”. Si se va o si se queda es lo de menos, porque lo que están dejando claro a Moncloa es que la agenda independentista debe ser ejecutada en su siguiente capítulo, dando por hecho que rematarán la aprobación de la amnistía. ”El pacto no es con Sánchez, sino con el PSOE, y todo este espectáculo no permitiremos que se utilice para interferir en la campaña catalana y alterar anímicamente el sentir del electorado”, comentan en el entorno de Carles Puigdemont.
PNV, Junts y ERC están haciendo llegar en estas horas que Sánchez es un peón del PSOE sustituible: “No nos preocupa su salida porque la debilidad socialista es intrínseca”.
