En dos años, la cocinera Maria Nicolau (La Garriga, 41 años) se ha convertido en una voz imprescindible de la gastronomía en España. Después de trabajar en numerosos restaurantes de España y Francia, ha dejado los fogones para volcarse en la comunicación gastronómica —radio, televisión y su columna semanal A gusto, en El PAÍS— y vive en un pueblo de trescientos habitantes de la comarca catalana de Osona. “Me nutro del bibliobús que llega cada quince días, de librerías de viejo y leo mucha prensa internacional”, cuenta en videollamada desde la habitación repleta de libros donde escribe.