Me acosté pronto

Me acosté pronto

Compré un lápiz muy afilado y al llegar a casa lo tiré a la basura por miedo a metérmelo en un ojo. No digo que me lo fuera a meter adrede, o sí, no sé, pero la imagen me producía desazón. Al día siguiente, vi el lápiz en mi escritorio. Alguien lo había rescatado del cubo pensando que había ido a parar allí por error. Le rompí la mina a fin de restarle agresividad y me dispuse a leer el periódico. En una localidad de Galicia, un sacristán había fallecido al caerle encima la imagen de un santo, no decía cuál. Qué ironía, pensé. Lo del cáncer de Kate Middleton me produjo pena y sentimiento de culpa al mismo tiempo. Se trataba de un tumor que ni me iba ni me venía, cuando a un familiar que le ha salido un bulto no le dan hora hasta dentro de dos meses. Por la tarde, se lo comenté a mi psicoanalista y estuvimos hablando un rato de las metástasis sentimentales que provocan los medios.

Seguir leyendo

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *