Siempre hay un lugar para las pequeñas sorpresas, es la ventaja de no hacer demasiado caso a las clasificaciones preestablecidas, al esquematismo. Es el caso de la serie noruega Noche de San Juan (Netflix). Cuando uno se dispone a ver una serie nórdica siempre se esperan asesinatos, violaciones e infancias traumáticas, lo que los expertos han llamado nordic noir. Pues no, Noche de San Juan está mucho más cerca del “realismo sucio” de los Carver, Ford y compañía que de Chandler o Hammett.