Oriana Marzoli sufre un accidente en Chile: “Lo tengo doblado”

Oriana Marzoli sufre un accidente en Chile: “Lo tengo doblado”

Oriana Marzoli no ha tenido demasiada fortuna en los
realities en España, aunque también es cierto que ha dado pocas opciones para
descubrirlo. Sí que ha participado en muchos, incluso repitiendo oportunidad en
alguno de ellos, pero se le hacían largos y abandonaba, incluso horas después
de dar comienzo. Pero esto no le sucede en Chile, donde también es una estrella
de la televisión y concursante de alguno de los programas más punteros. Así
sucede ahora que ha fichado por el espacio ‘¿Ganar o Servir?’ del Canal 13,
donde ya ha comenzado a hacer mucho ruido hasta convertirse en una de sus
grandes protagonistas. Eso sí, el ruido esta vez se traduce en gritos y casi
pierde un dedo en el suceso.

Pero Oriana no solo cumple con el contrato en los realities
de Chile, que por cierto suelen ser mucho más cortos que los españoles, sino
que además participa en las pruebas que la organización propone. Una de las
dinámicas de juego clave del programa en el que está inmersa ahora es una
prueba en ver quién debe servir a quien. Para ello hay retos en los que hay que
invertir no solo fuerza, sino también mucha maña. Así se enfrentaban los dos
equipos, los soberanos y el de la resistencia, que debía activar un sistema de
poleas para liberar unas catapultas. La venezolana se encontraba girando una
palanca cuando sucedió el siniestro que puso los pelos de punto a todo el
equipo y que obligó al programa a paralizar las grabaciones y correr al auxilio
de la exnovia de Tony Spina.

Oriana Marzoli comenzó a tener problemas a la hora de
manejar la palanca y uno de sus guantes terminó enganchándose con la polea que
la hacía girar. Pronto llegaron los gritos y las demandas de auxilio, ante
muestras de evidente dolor. “Paren, paren”. Las cámaras dejaron de grabar y el
equipo corrió a atenderla. Ella estaba muy nerviosa, porque tampoco sabía muy
bien qué había sucedido y si estaba herida de gravedad: “¿Qué es esto? ¡Dímelo!”,
exigía la influencer al ver que la colocación de sus dedos no era la natural. “Respira,
tranquila. Vamos a ver qué te pasa y revisarte”, le dice un miembro de la
organización mientras trata de ver el grado de la lesión. Los gritos de Oriana
no auguraban nada bueno: “Lo tengo doblado, lo tengo doblado”, se le escuchaba
decir, mientras los médicos intentaban hacer su trabajo a la vez que calmarla
de su estado de nerviosismo: “Necesito que me escuches. Necesito que hagas
esto. Quiero ver si puedes moverlo. Quiero ver si puedes mover el dedo”,
solicitaban.

 

Al final todo quedó en un susto y su lesión no era tan grave
como parecía en un primer momento. Después de calmarse un poco y encontrar
consuelo para secar sus lágrimas, Oriana Marzoli incluso se animó a retomar la
prueba para no lastrar a su equipo. Es más, terminaron ganando, algo que alegró
sobremanera a la influencer, que ya mostró de antemano su negativa a tener que
servir a sus rivales, aún menos si entre ellos hay ya algún enemigo declarado: “Yo
no sirvo a nadie, pero si lo tengo que hacer, lo hago. Y si me cae mal a la que
le tengo que servir, tendré distintas maneras de servir. No voy a decir mis
tácticas, que cada una busque las suyas. Pero a mí nadie me ha dicho que tengo
que servirlas bien”, son una de las píldoras que ha soltado para caldear el
ambiente en el reality.

 

Es más, Oriana Marzoli tiene muy claro su motivo por el cual
ha entrado en ‘¿Ganar o Servir?’ y no es precisamente unas ansias por el premio
final: “Hay gente mega freak que dice que entra solo para ganar, pero tú entras
a un reality para estar, gozar y pasar todo el tiempo que puedas estar. Si
ganas o no, eso se deja al destino. A veces hay gente súper mueble que gana
programas, pero me parece muy loser pensar solo en ganar, el verdadero triunfo
es ser protagonista”. Ahora bien, en España ya ha dejado buena cuenta de cómo
le gusta llamar la atención Oriana y cómo logra convertirse en el centro de
todas las miradas. Y no es precisamente participando en los realities y
ensuciándose en el barro como el resto. Algo que, por cierto, ella misma
reconoce y no niega en su nueva aventura televisiva en Chile: “No me gusta
estar ni en granjas podridas ni en casas antiguas, quiero poder usar mis
tacones. Si me tengo que disfrazar de María Antonieta lo hago, pero quiero
tener el pelo bonito, no quiero entrar a sufrir. De antemano le dije a la
producción que el traje más bonito tiene que ser el mío”, se confiesa,
dejándole claro a todos quién es ella y lo claro que tiene las cosas.

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