La violencia machista devoró a Alina, Larisa y Elisa: todo falló para protegerlas
El teléfono sonaba dentro de la casa. Alina Florentina y el hermano de su expareja lo escuchaban desde la puerta de un cortijo insalubre rodeado de la nada en la pedanía de Las Alcubillas, muy cerca del desierto de Tabernas, en Almería. Eran más de las diez de la noche del pasado domingo y ella…