Las recomendaciones acerca de la lactancia han pasado por muchas fases. En las últimas décadas, del “con el biberón, el niño no tiene ningún problema” se ha virado a “lactancia materna exclusiva (LME) a demanda, y al menos seis meses”, la última recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Existe un exceso de información, no siempre fidedigna, y una discordancia entre lo que indica el entorno a la nueva madre y lo que arroja la evidencia científica.