¿Qué santo se celebra hoy, 9 de abril? Todo lo que debes saber del santoral de hoy

¿Qué santo se celebra hoy, 9 de abril? Todo lo que debes saber del santoral de hoy

La Iglesia Católica tiene la tradición de celebrar todos los días del año el santoral, en el que le rinde homenaje a varios de los santos y beatos que han marcado la historia de la cristiandad.

¿Qué es el Santoral?

El santoral se utiliza como una guía litúrgica para la celebración de festividades religiosas. Muchas personas también lo utilizan como referencia para nombrar a sus hijos, eligiendo nombres que correspondan al santo o santa del día en que nacen. Hoy 9 de abril se recuerda la vida de Santa Casilda de Toledo y de San Hugo. En España se cuenta con un registro de 3.058 mujeres que se llaman Casilda. Con el nombre de Hugo existen registrados 3.058 hombres y 45 mujeres.

¿Quién es Santa Casilda de Toledo?

En las brumosas tierras de Toledo, entre los siglos X y XI, vivió Santa Casilda, que se convirtió en una figura enigmática que cautivó los corazones de muchos. Hija del emir de Toledo, esta joven andalusí desafió las barreras religiosas. Al dejar la fe mahometana (musulmana), para practicar la caridad cristiana, llevando alimentos a los prisioneros cristianos de su propio padre.

La leyenda cuenta que, al ser descubierta por su padre mientras llevaba comida a los prisioneros, los alimentos que ocultaba entre sus ropas se transformaron en rosas, un milagro que dejó perplejos a todos los presentes.

Según relatos antiguos, Santa Casilda fue martirizada y finalmente elevada a los altares, convirtiéndose en patrona de las mujeres que buscan milagros relacionados con la fertilidad y la sanación de enfermedades ginecológicas.

El Martirologio Romano describe a Santa Casilda como alguien que “ayudó con misericordia a los cristianos detenidos en la cárcel y después, ya cristiana, vivió como eremita (ermitaña)”, resaltando su dedicación a la caridad y su vida de retiro espiritual.

La historia de Santa Casilda se entrelaza con la poesía y el misterio en los aledaños de Briviesca, donde su nombre resuena como un eco de gracia y bondad. Su vida estuvo marcada por la compasión hacia los más desfavorecidos, a pesar de las dificultades y las contradicciones de su tiempo.

Se dice que su nombre, Casilda, significa “poesía” o “aquella que canta con alegría” en árabe, reflejando la belleza y la alegría que emanaban de su ser.

Debido a una enfermedad que aquejaba a la joven, su padre, el emir, gestionó un permiso para que pudiera acudir a unos pozos medicinales en tierras castellanas. Milagrosamente, Santa Casilda fue curada, y el lugar donde ocurrió este suceso se convirtió en un santuario de peregrinación, dedicado en su honor.

El Santuario de Santa Casilda, en Salinillas de Bureba, alberga las reliquias de esta santa, colocadas en una hermosa urna elaborada por el famoso escultor Diego de Siloé. Desde entonces, las tradiciones locales afirman que las mujeres que prueban el agua del santuario y arrojan una piedra al lago tienen asegurada su descendencia, un testimonio de la fe y devoción hacia Santa Casilda, cuya vida continúa inspirando a generaciones y manteniendo vivo el legado de esta santa medieval.

Biografía de San Hugo

En el corazón de la Francia medieval, nació un hombre cuya vida sería marcada por la devoción y el servicio a Dios: San Hugo de Grenoble. Desde su juventud, manifestó una piedad excepcional y una profunda inclinación hacia la teología. Nombrado canónigo en Valence, pronto se destacó por su fervor religioso y su dedicación al bienestar de los demás.

El destino de Hugo dio un giro trascendental cuando, en el Concilio de Aviñón de 1080, fue elegido obispo de Grenoble a la temprana edad de 26 años, a pesar de no haber sido ordenado. Su reputación como hombre piadoso y defensor de la reforma gregoriana lo precedía, y fue ordenado obispo por el mismísimo Gregorio VII.

Al llegar a Grenoble, se enfrentó a un panorama desolador, con un clero corrupto y una moral decadente que plagaba en la diócesis. Con valentía y determinación, Hugo se dedicó a restaurar el orden y la justicia, enfrentándose a la simonía (corrupción) y el concubinato que corroían la iglesia local. A pesar de sus esfuerzos, la situación no mejoraba, lo que lo llevó a buscar refugio en la abadía de la Maison-Dieu en Clermont. Sin embargo, el papa le ordenó regresar y enfrentar los desafíos que le aguardaban en su diócesis.

Durante su episcopado, Hugo se vio envuelto en conflictos territoriales con Guigues III de Albon por la posesión de tierras eclesiásticas. Con determinación y astucia, defendió los derechos de su diócesis y luchó por restaurar la autoridad espiritual sobre sus territorios.

Vendió sus posesiones para ayudar a los pobres y recorrió su diócesis a pie, predicando y consolando a los necesitados. Su labor incansable dio frutos, transformando la vida espiritual y social de la región.

En sus últimos días, Hugo enfrentó la tentación y la duda, pero su fe en la Divina Providencia nunca flaqueó. Su muerte en 1132, marcó el inicio de su veneración como santo, canonizado apenas dos años después por el papa Inocencio II en el Concilio de Pisa.

Aunque su cuerpo fue destruido durante las Guerras de Religión, el legado de San Hugo perdura en la memoria de los fieles. Representado con hábitos episcopales y asociado a la Orden del Císter, su influencia se extiende incluso a la fundación de la Orden de los Cartujos, donde su espíritu de oración y estudio continúa inspirando a generaciones de monjes hasta nuestros días.

Además de celebrar a Santa Casilda de Toledo y a San Hugo, también se conmemora a los siguientes santos:

San Acacio de MesopotamiaSanta AldegundisSan Demetrio de TesalónicaSan EupsiquioSan GauquerioSan LiborioSan Máximo de AlejandríaSanta ValdetrudisBeato Antonio PavoniBeata Celestina FaronBeato Tomás de TolentinoBeato Ubaldo Adimari

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