Sánchez emula a Ayuso en plena batalla electoral

Sánchez emula a Ayuso en plena batalla electoral

A las puertas de la cita electoral en Cataluña, el Gobierno pone de nuevo el foco en la vivienda. El reclamo del fin de las Golden Visa ha dado paso al compromiso de agilizar los procesos de obra nueva y la construcción industrializada. El Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso ya aprobó en febrero la posibilidad de cambio de uso de edificios o parcelas destinadas a oficinas para hacerlas vivienda, entre otras medidas. El Ayuntamiento de Madrid, por su parte, autorizó la construcción de pisos en madera, una opción más rápida, barata y sostenible que permite agilizar la entrega.

Un año después de prometer miles de viviendas públicas más en la campaña de las autonómicas y municipales, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reunido en Moncloa a la banca, a los promotores y a los sindicatos tras afirmar que «la vivienda es un derecho constitucional y no un mero negocio especulativo». Así lo avanzó el lunes después de anunciar la eliminación del visado de oro. Ha querido, no obstante, mostrar su «compromiso» con el sector inmobiliario, según explicó la ministra Isabel Rodríguez, que instó a los pequeños propietarios a poner sus pisos en el mercado y no mencionó el problema de la okupación.

La presidenta madrileña no ha dejado pasar la ocasión esta semana para criticar las medidas del Ejecutivo de coalición. «Pedro Sánchez lleva seis años en el Gobierno y cero viviendas ha puesto en marcha», dijo. «Mientras no haya vivienda, no van a bajar los precios, e intervenir y poner en marcha leyes liberticidas como las de Sánchez, no va a hacer otra cosa que subir los precios como así está sucediendo allá donde se está aplicando».

Las declaraciones de Ayuso venían precedidas de las expresadas por la ministra de Vivienda sobre las zonas de alquiler tensionadas y la posibilidad de que el Gobierno intervenga en éstas sin autorización de las Comunidades, como establece la Ley.

«Cuando se declara una zona tensionada, el Gobierno puede intervenir de manera diferenciada con otras zonas. Si ellos no lo hacen, yo intervendré de manera diferenciada con las zonas que cumplan con la ley, no con otras», dijo en la Ser, para después aclarar que «para poder hacerlo, necesitamos primero la disposición de la Comunidad de Madrid», como informó este periódico.

Rodríguez hacía un «llamamiento» a Ayuso para que «ejerza su competencia y asuma las leyes» y la presidenta madrileña sacaba la artillería contra la acción del Ejecutivo. «Todas las ideas son contra la vivienda, contra la propiedad o contra la empresa» y la referida a la Golden Visa «atenta directamente contra las inversiones en zonas clave de España cuando el problema de la vivienda está en todas partes, especialmente en gobiernos del Partido Popular, como Andalucía o la Comunidad de Madrid».

Moncloa ha incidido esta semana en su decisión de eliminar la visa dorada para los extranjeros no residentes en la Unión Europea que invierten más de 500.000 euros en vivienda. «Es un anuncio populista que llega en medio de una campaña donde las dos izquierdas del Gobierno están viendo quién es más de izquierdas», ha manifestado Ayuso.

La semana en la que el PSOE decide llamarla a comparecer en el Congreso, la dirigente madrileña se crece en el desgaste a Sánchez comparando su gestión con la de la Comunidad de Madrid en un «ensayo» menor de lo que se prevé en la Cámara Baja. «Será desde luego una maravilla poder dar un ejemplo de gestión eficiente y no de compras fraudulentas», ha avanzado.

En el caso de la vivienda, el plan del Gobierno madrileño prevé impulsar el sector durante los años 24 y 25, aumentar la oferta, el suelo edificable y flexibilizar el urbanismo. Además, se fomentará la promoción de viviendas en alquiler asequible facilitando a las cooperativas el acceso a préstamos con protección pública, avalados por la Comunidad. Las medidas están acompañadas de otras legislativas específicas como la posibilidad de cambiar el uso de edificios de oficinas para destinarlos a viviendas.

En Sol ya se han puesto las pilas para sacar músculo en la gestión en Vivienda y en el resto de áreas, pero no sólo. El Gobierno de Ayuso ha cogido carrerilla para hacer de altavoz de los principios que defiende y hacer de escudo de la presidenta en la catarata de críticas y actuaciones del Gobierno que despeja sin cesar.

La dirigente popular comparecerá en la comisión sobre la contratación pública durante la pandemia, un trampolín para desacreditar al Gobierno de Sánchez. “Será un placer. Puedo ir la primera si quieren”, ha dicho con retranca, consciente de que su presencia tiene la intención de ser utilizada para dar un giro de guion al caso Koldo. “El presidente del Gobierno está obsesionado conmigo, debe soñar muy frecuentemente con mi vida”, ha ironizado.

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