No hacen falta más que unos minutos
en el rincón de la moda y de
contenido aspiracional en TikTok para concluir que (erróneamente)
aproximadamente el 85 % de la población posee un
Birkin, a pesar de su conocida escasez. ¿Será que
todos seguimos las últimas tendencias vistas en el
Instagram de famosas e influencers o simplemente
nos ha tomado la medida el algoritmo, mostrándonos
más de lo mismo?
Sea cual sea la respuesta, lo cierto
es que hay dos fuerzas opuestas
en constante lucha en nuestro
interior: el deseo de ser trendy
contra la necesidad de mostrar
nuestra individualidad. Y si bien TikTok es la representación perfecta de lo primero,
catapultando estilos como el cottagecore y dark
academia desde el internet hasta las pasarelas,
Pinterest ha cobrado una importancia inesperada
como bastión de la originalidad, sobre todo para
la generación Z.
Así, la locura por los vasos Stanley o la obsesión
con los moños y todo lo coquette se extienden
por las redes, y para recuperar el equilibrio y
nuestra identidad, tomamos inspiración de
Pinterest y hacemos cada tendencia nuestra.
Ya no tenemos solamente un termo Stanley
rosa, sino una Stanley rosa con pajitas de
colores y funda con bolsillo para llaves y
móvil. Un peinado relativamente simple se
convierte en vehículo de lazos, y un Birkin,
en percha para charms.
Y como las redes sociales trabajan duro pero los
diseñadores lo hacen aún más, estos no se han
quedado atrás: cada vez vemos más toques con aires
de DIY –de esos que en un delirio de motivación
parecen posibles de hacer pero en realidad son
complicadísimos– en prendas y accesorios.
La mejor parte es que ya no tienes que elegir entre
estar a la moda o ser único; si alguien lleva el mismo
vestido que tú, la solución es fácil: hazlo tuyo.
