Cuando el espectador conoce a John Sugar, lo hace en blanco y negro. Está en Tokio y busca al hijo de un jefe de la yakuza, la peligrosa mafia japonesa. Poco después, con ese caso ya resuelto, en color y acompañado por la voz en off del propio protagonista, John Sugar aceptará un nuevo caso. Discretísimo, muy eficaz y especializado en la búsqueda de personas desaparecidas, ahora le contrata un legendario productor de Hollywood para buscar a su nieta.