Drones ucranianos atacaron ayer objetivos a una distancia récord, a más de 1.200 kilómetros de la frontera entre ambos países. El país invadido continúa así su campaña de ataques en medio de limitaciones a la asistencia militar que recibe de sus aliados. Una refinería de petróleo y una planta de producción de drones fueron atacadas en la región rusa de Tartaristán, confirman fuentes en Ucrania y Rusia. El momento en que un dron tipo avión se acerca y se estrella contra el edificio en Yelabuga, provocando una gran explosión, quedó captado en un vídeo difundido en las redes sociales rusas. Las autoridades locales niegan que la producción haya sido afectada, pero confirman que 13 personas resultaron heridas.
Según los medios ucranianos y rusos, Rusia produce su versión de los drones kamikaze iraníes «Shahed» en la planta. Los ha utilizado ampliamente para atacar ciudades e infraestructuras ucranianas. El ataque fue organizado por la inteligencia militar de Ucrania, dirigida por el general Kirilo Budanov, informó el medio «Ukrainian Pravda». Las fuentes locales insisten en que la producción resultó dañada en el ataque, aunque algunos medios rusos a su vez informan que un dormitorio donde vivían los trabajadores, a varios cientos de metros, fue alcanzado.
La víspera del ataque, el ministro de Transformación Digital de Ucrania, Mijailo Fedorov, afirmó en una entrevista con el periódico alemán «Die Welt» que Ucrania había desarrollado modelos de drones capaces de volar más de 1.000 kilómetros. Según CNN, algunos de ellos están equipados con inteligencia artificial, lo que garantiza su alta precisión. En 2024, Ucrania multiplicó por diez la producción de drones de largo alcance en comparación con el año pasado, según Fedorov.
Otro avión no tripulado impactó y provocó un gran incendio en una instalación clave en la refinería de petróleo de Nizhnekamsk, una de las cinco más grandes de Rusia. Fue una operación conjunta de la inteligencia militar y el Servicio de Seguridad del Estado de Ucrania. La refinería procesaba ocho millones de toneladas de petróleo al año, el 2,6% del volumen total en Rusia. «No dejaremos de atacar la infraestructura militar del país agresor para que tenga cada vez menos oportunidades de financiar la guerra genocida contra Ucrania», subrayó una fuente a «Ukrainska Pravda», mientras las agencias gubernamentales no hacían ningún comentario oficial.
Ucrania ha atacado varias refinerías de petróleo en territorio ruso en las últimas semanas, con sus drones viajando cientos de kilómetros y evitando los sistemas de defensa aérea rusos. Dado que la mayoría de las armas se emplean con fines militares en Ucrania, los propietarios de las refinerías han tenido que idear una serie de formas improvisadas para protegerlas. La mayoría no ha tenido éxito, según el medio «Meduza».
El secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, afirmó el martes, durante una conferencia de prensa conjunta con el ministro de Exteriores francés, Stéphane Séjourné, en París, que el aliado de Ucrania no apoyó ni facilitó los ataques ucranianos fuera del territorio ucraniano. El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, también dijo anteriormente que la reacción de Estados Unidos «no fue positiva».
El «Financial Times» informó que EE UU habría instado a Ucrania a no atacar las refinerías de petróleo y otras infraestructuras energéticas rusas porque temía que esto pueda conducir a precios más altos de la energía y una mayor «escalada». Sin embargo, Zelenski señaló que Washington no puede impedir los ataques porque Ucrania utiliza sus propias armas. Según él, la única opción para detener los ataques rusos al sistema energético del país invadido en medio de la escasez de sistemas de defensa aérea es hacer que Rusia «pague el mismo precio».
«Si no tenemos defensas aéreas para proteger nuestro sistema energético y los rusos lo atacan, mi pregunta es: ¿por qué no podemos responderles? Su sociedad debe aprender a vivir sin gasolina, sin diésel, sin electricidad. Es justo», señaló Zelensky en una entrevista reciente al «Washington Post».
Séjourné señaló a su vez que Ucrania tiene derecho a una legítima defensa cuando se le pidió que comentara sobre los ataques. Sin embargo, los dirigentes ucranianos tienen claro que los drones no son suficientes para ganar la guerra. Afirman que Ucrania necesita misiles ATACMS de largo alcance y defensas aéreas más modernas. Junto con los aviones de combate F-16, podrían ayudar a disminuir la ventaja de Rusia en la aviación. Esto disminuiría la amenaza que proviene de miles de potentes bombas aéreas guiadas y misiles.
