Un hombre se enfrenta a 24 años de cárcel por difundir imágenes sexuales de sus ex parejas y una menor

Un hombre se enfrenta a 24 años de cárcel por difundir imágenes sexuales de sus ex parejas y una menor

La Audiencia Provincial de Orense juzga este próximo jueves a un varón acusado de publicar en internet vídeos de contenido sexual de dos exparejas, dos trabajadoras de una empresa y de una menor de edad, a la que engañó, por lo que se enfrenta a 24 años de prisión.

Según se recoge en el escrito fiscal, como consecuencia de una investigación llevada a cabo por la UCO, se descubrió que el varón tenía en su casa diverso material informático, que una vez analizado se vio que entre abril y mayo del 2020 era titular y usuario de una plataforma asociada a dos correos electrónicos, desde los que compartió imágenes y vídeos de contenido sexual de una expareja, informa Ep.

Las imágenes “habían sido obtenidas sin conocimiento” de esta persona y habían sido “distribuidos sin su autorización al ignorar la existencia de las mismas”. Según el escrito, se trata de capturas de pantalla de videollamadas de una aplicación y vídeos grabados mientras mantenían relaciones sexuales, así como fotos de partes íntimas.

Las dos cuentas de correo mencionadas y vinculadas a la cuenta de la plataforma sumaban en total 182 archivos con 1.464 visualizaciones, realizadas entre el 11 de abril y el 29 de mayo del 2020.

Además, descubrieron que en las mismas fechas el acusado también compartió en la plataforma imágenes y vídeos de contenido sexual de su exesposa. Estas imágenes también se habrían obtenido sin conocimiento de ésta y habrían sido distribuidas sin su autorización. En este caso, se trata de imágenes “captadas con una cámara oculta instalada en el baño de la víctima”, fotos tomadas directamente a la víctima “desnuda o en prácticas sexuales” y fotos de partes íntimas.

Las cuentas de correos vinculadas a la cuenta de la plataforma sumaban 278 archivos con 4.144 visualizaciones, realizadas en las mismas fechas que las anteriores.

Además, el Ministerio Público señala que el acusado, en una fecha no determinada pero en todo caso entre el año 2012 y el 2016, instaló una cámara oculta en los baños de una empresa situada en Orense “con el objeto de descubrir la intimidad de las trabajadoras”. Como consecuencia de ello grabó a dos mujeres. Almacenaba esas imágenes en un disco externo de dos terabytes que hallaron en su domicilio tras el registro.

Menor de edad

Asimismo, “con el fin de satisfacer sus más bajos y denostados instintos sexuales” en febrero del 2019, explica el escrito fiscal, el hombre se puso en contacto por la red social Instagram y por correo electrónico con una menor de edad, “con pleno conocimiento de la edad de la misma”, haciéndose pasar por una joven venezolana de 19 años residente en Estados Unidos y Panamá.

El escrito describe que el acusado se fue ganando su amistad hasta el punto de que la menor “pensaba que tenían una relación sentimental”, manteniendo conversaciones por esos medios con un número de WhatsApp.

El acusado llegó a enviarle 46 archivos multimedia en once correos electrónicos, en los que “además de proposiciones de contenido sexual” había imágenes donde se veía el torso desnudo de otra joven, vídeos con penetraciones y masturbaciones con el objeto, según la Fiscalía, “de que la menor le enviase también fotos desnuda o de contenido sexual, cosa que consiguió que le enviara”.

El hombre que se sentará en el banquillo compartió con 177 personas a través de Telegram tres vídeos y 140 imágenes relacionadas con la menor, que previamente ella le había enviado. En el mismo grupo de Telegram él llegó a solicitar que alguien enviase un audio con voz de mujer “para engañar a la menor al dudar la misma de si era o no una mujer”.

Así las cosas, el Ministerio Público le imputa delitos continuados de descubrimiento y revelación de secretos por la difusión de imágenes y vídeo de contenido sexual de sus exparejas y de dos trabajadoras, por lo que pide cinco años de prisión para cada uno de los casos. Por otra parte, pide nueve años de prisión por un delito de distribución de pornografía infantil y un delito de exhibicionismo por solicitar, enviar y compartir las imágenes de la menor.

En total, se enfrenta a 24 años de prisión y deberá hacer frente a una indemnización de 4.000 euros a cada una de sus exparejas, 1.500 euros a cada una de las trabajadoras y 12.000 euros a la menor por los daños causados.

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