Como viene sucediendo desde tiempos inmemoriales, las almadrabas gaditanas han acudido hoy, en la segunda quincena del mes de abril, a su encuentro con los atunes rojos. Y lo han hecho en aguas de una de las localidades que más y más brillantes páginas ha escrito en torno a esta milenaria arte de pesca, Barbate. Así, con un sol que dominaba el horizonte y sin el tan temido viento de Levante, la almadraba de Barbate, localizada frente por frente al puerto pesquero, ha abierto una campaña de capturas con ejemplares de extraordinario tamaño, algunos cercanos a los 400 kilos. Concretamente, 373 kilos ha llegado a pesar uno de los primeros en ser levantado en el copo barbateño.
A partir de ahora y si el tiempo acompaña, se sumarán las almadrabas de Conil de la Frontera, Zahara de los Atunes y Tarifa, para completar un cupo total de capturas que esta temporada se ha fijado en 1.643,167 toneladas.
Cuota que extenderá la faena en las almadrabas hasta el mes de junio y que se reparte de la siguiente forma: Barbate, 454,124 toneladas; Conil, 426,325; Zahara de los Atunes, 413,264 y Tarifa, 349,454. Tonelaje que las almadrabas gaditanas (ejemplo de pesca sostenible) consideran aún insuficiente, lo que, un año más, les ha obligado a comprar cuota a otras pesquerías.
Cabe recordar que, desde hace unos años, las cuatro almadrabas gaditanas (las de Tarifa, Zahara y Conil, agrupadas en la Organización de Productores Pesqueros de Almadrabas OPP51, y la de Barbate, perteneciente a Petaca Chico) vienen demandando a la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico que aumente la cuota, toda vez que la recuperación de la especie es tal que, como denuncian las artes menores, el atún, debido a su extraordinaria voracidad, está afectando a otras especies vitales para el sector.
Recuperación que se viene notando en los copos (parte de la almadraba en la que tiene lugar la levantá) temporada tras temporada.
Apuntar que es ahora, momento en que las aguas alcanzan sus temperaturas más elevadas, cuando los grandes bancos de atunes rojos migran en dirección al Mediterráneo, lugar de desove desde hace miles de años. Ni que decir tiene que, si hay un producto top que identifique a la costa de Cádiz, a su exquisita gastronomía, a nivel nacional e internacional, ese es el atún rojo de almadraba. Uno de los bocados más codiciados por las grandes cocinas y con unas profundas raíces culturales y sociales.
Este excepcional producto se antoja un auténtico universo de sabores y texturas gracias a la diversidad de piezas (ventresca, mormo, corazón, paladar, parpatana…) que presenta, ¡nada menos que 25!
Protagonista relevante de una rica cultura gastronómica, la almadrabera es fuente constante de inspiración de la cocina más moderna e innovadora, ofreciendo a quienes visitan Cádiz, sus restaurantes y rutas gastronómicas, un sinfín de experiencias en torno a platos elaborados y en crudo.
Experiencias que, un año más, podrán disfrutar los amantes del atún rojo de almadraba recorriendo los eventos gastronómicos que celebran las localidades almadraberas, cuyo calendario inaugurará Barbate con su Semana Gastronómica, del 1 al 5 de mayo.
