Cambia el gusto por el estilo de juego en Brasil. Salta del alegre, a veces caótico, siempre divertido fútbol carioca, al disciplinado y táctico gaucho, pasando por el popular y técnico paulista. Pero hay un placer, pocas veces castigo (cuando lo es, escuece y mucho, solo basta nombrar el Maracanzo o el 1-7 de Alemania), que no cambia en el gigante sudamericano: el amor por la Canarinha, el scratch como la suelen llamar los brasileños. Y el scratch atrapó a dos futbolistas del Girona que mañana vestirán la Canarinha. “La tradición era sentarnos todos juntos en familia a mirar los partidos de la selección. Siempre con mi padre a mi lado. Era un momento muy importante para mí, más allá del sueño de todo niño de algún día poder jugar en la selección”, recuerda Yan Couto (21 años). A su lado, menos elocuente, igual de entregado a su selección, Savinho (19 años) mira también al pasado: “Veía mucho la selección cuando era pequeño. Era cuando podías ver a tus ídolos”. Y es entonces, más allá de que Couto nació en el norte (São Mateus) y Savio en el sur (Curitiba), cuando ambos futbolistas coinciden: “Neymar”.
Yan Couto y Savinho: “Michel tiene el cien por cien de responsabilidad en todo lo que nos pasa”
