El aborto se corona como uno de los temas clave que decidirá el presidente en EE UU.

El aborto se corona como uno de los temas clave que decidirá el presidente en EE UU.

El aborto será uno de los temas clave en la elección presidencial de Estados Unidos, y Donald Trump lo tiene bastante claro. En los últimos días, el candidato republicano afinó su posición sobre esta práctica, asegurando que deben ser los estados los que decidan su futuro. Esa declaración que suaviza un poco su postura, como era de esperarse, le trajo una lluvia de críticas dentro de su propio partido, aunque realmente todo apunta a que el mensaje de Trump -como en un juego de ajedrez- se trató de una estrategia a largo plazo precisamente pensando en noviembre.

En las últimas horas, el exmandatario presumió desde su residencia Mar-a-Lago, en Florida, y junto al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, que en su gobierno “destrozamos Roe vs Wade”, el famoso fallo de 1973 sobre derechos reproductivos derogado en 2022 por un Tribunal Supremo de mayoría conservadora que, efectivamente, el hoy candidato ayudó a crear al nombrar a tres jueces que terminaron inclinando la balanza en esa decisión.

El expresidente hizo la contundente admisión sobre su papel dominante en los ataques a los derechos al aborto al final de una semana en la que además el tribunal supremo del estado de Arizona, de tendencia derechista, dictaminó que una ley de 1864 que imponía una prohibición casi total podía volver a entrar en vigor.

Tal como se viene especulando desde que sucedió la derogación de Roe vs Wade, ahora lo de Arizona se espera que sirva como un llamado de atención para aquellos votantes independientes o poco entusiasmados con la elección, particularmente mujeres jóvenes, que los demócratas quieren atraer a su favor en las urnas.

Campaña en Arizona

El presidente Joe Biden hace su campaña de reelección impulsando este frente tanto como el económico. Incluso ahora los republicanos se han montado sobre el asunto. Esta semana, el fallo de Arizona llevó a los conservadores a tratar de minimizar el daño. Trump repitió su afirmación de que el asunto debería recaer en los estados y que no hay necesidad de una prohibición nacional, una demanda de la derecha política de EE.UU.

“Destrozamos Roe v Wade”, dijo Trump. “Nadie pensó que fuera posible. Lo devolvimos a los estados y los estados están trabajando de manera muy brillante, en algunos casos conservadores, en otros casos no conservadores, pero están trabajando. Y está funcionando como se supone que debe ser”, aseveró.

En el momento en que Trump lanzaba estos comentarios la vicepresidenta Kamala Harris, estaba hablando en Arizona, reforzando los ataques demócratas a las amenazas republicanas a los derechos reproductivos. Su mensaje clave: “Trump es el culpable”.

“Y hace solo minutos, junto al presidente de la Cámara, Donald Trump acaba de decir que la colección de prohibiciones estatales está, cito: ‘funcionando como se supone que debe ser’”, dijo Harris. “Y por mucho daño que ya haya causado, un segundo mandato de Trump sería aún peor”, expresó la encargada de la Administración Biden para buscar el voto de las mujeres.

Por su parte, la profesora de Ciencia Política de la Universidad del Estado de San Francisco, Amanda Roberti, prevé que el aborto sí será un tema movilizador, porque la tendencia en los últimos años “ha demostrado que las mujeres salen a votar cuando sienten que el Estado se ha inmiscuido demasiado poniendo en peligro sus propias vidas con decisiones extremas”.

Para ejemplificar su tesis, Roberti recuerda que en noviembre el tema del aborto se votará también a nivel local en algunos estados, como Ohio, donde inmediatamente después del rechazo de los votantes a una propuesta para hacer más difícil enmendar la constitución estatal, “organizaciones de ambos lados del debate sobre el derecho al aborto se están preparando para su próxima pelea por una medida electoral que, si se aprueba, consagrará el acceso al aborto. en el documento fundacional de Ohio”, recuerda.

“Los líderes republicanos aplaudieron ampliamente la decisión del Tribunal Supremo de 2022, pero desde entonces, han descubierto que ir demasiado lejos con las restricciones al aborto puede ser una responsabilidad política”, dice la experta a LA RAZÓN.

Todas estas leyes posteriores a nivel estatal que restringen el acceso al aborto galvanizaron a los votantes que apoyan ese derecho. “Las medidas electorales estatales sobre el derecho al aborto desde Dobbs se han pronunciado a favor del derecho al aborto, incluso en estados rojos como Kansas, Kentucky y Ohio”, sentencia.

Lo cierto es que en las últimas semanas y a la luz de las encuestas que indican que este será un tema clave, el aborto ha vuelto a la palestra pública. Aunque ya durante su discurso del Estado de la Unión, el presidente había “reprendido” a los jueces del Supremo por su decisión de 2022. De hecho, el aborto fuera el primer tema doméstico destacado en la enérgica alocución de 66 minutos por parte del demócrata. Para Roberti esto habla del peso que los liberarles saben que tienen las mujer en el país, y recuerda que ya se observó esta tendencia en las últimas legislativas “cuando se pensaba que los republicanos arrasarían ante la situación económica, pero los demócratas terminaron apretando las variables del legislativo”.

Los jóvenes, a favor

Según el análisis del centro de políticas públicas KKF, los electores que dicen que el aborto es el tema más importante para su voto están desproporcionadamente compuestos por personas más jóvenes, con inclinaciones demócratas, y desean que el aborto sea legal en todos los casos.

Los expertos aseguran también que esa nueva generación de votantes a favor del aborto componen el 12% de todos los electores para los comicios de noviembre, y que estos están desproporcionadamente compuestos por negros, votantes demócratas, votantes mujeres y el bloque de votantes más joven: los de 18 a 29 años.

No es una sorpresa que muchos votantes, especialmente liberales, vean las elecciones de 2024 como una cita de alto riesgo para determinar el futuro del acceso al aborto y los anticonceptivos. La mitad de los votantes dicen que creen que las elecciones para presidente, Congreso y legislaturas estatales tendrán un “impacto importante” en el acceso al aborto, aumentando a dos tercios de los votantes demócratas.

En el caso de los republicanos, consultamos con Roberti si más allá de la posición de Trump las mujeres tienen tienen definida su resolución sobre el tema.

En su opinión “el Partido Republicano sigue profundamente dividido en cuanto al aborto: algunas mujeres van a seguir presionando por una prohibición nacional a las 15 semanas, mientras que para otras, es mejor apoyar una propuesta de prohibición federal del aborto a partir de las seis semanas”, comenta.

Con estos datos se entiende porqué a pesar de ser un tema tan sensible y de haber ganado ya los delegados necesarios para ser el nominado republicano, Trump insiste en ir con cuidado (algunos dicen que con medias tintas) sobre este tema: quiere el crédito cuando le funciona pero no pagar el coste político de que las prohibiciones vayan tan lejos como en Arizona. Roberti explica que “no veo mayor cambio de opinión en la intención de voto entre mujeres republicanas por el lenguaje que utilice el expresidente sobre el aborto”, asegura. Para ella “Trump se ha impuesto como la única opción viable para un grupo de republicanos que se sienten cómodos con su retórica”.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *