Andrés Velencoso: conversaciones pendientes y ¿buenas? decisiones

Andrés Velencoso: conversaciones pendientes y ¿buenas? decisiones

Es uno de los nombres más destacados en la moda, y tras triunfar sobre las pasarelas, está dispuesto a hacer lo propio en la parte menos visible de la industria. Andrés Velencoso presenta la cuarta colección de OOTO, la firma de ropa que lanzó hace dos años y en la que trabaja como embajador, imagen de marca y director creativo. “Ha sido una oportunidad 360 para mí”, dice ante LA RAZÓN, celebrando que los números son buenos y que el proyecto seguirá adelante.

Como parte de una campaña de publicidad, Velencoso se sentó en una playa de su Tossa natal junto a su padre para abordar una conversación pendiente: por qué nunca fue a visitarle a Nueva York cuando triunfaba como modelo. El actor cuenta a este diario que se trató de un encuentro que sirvió “para desenquistar” algunos asuntos del pasado y tras la cual pudo sentirse más cerca de su progenitor: “Con mi padre hemos tenido nuestros más y nuestros menos, pero ahora he empezado a entender por qué hizo algunas cosas y por qué no hizo otras”.

Recuerda el momento en que decidió apostar por su carrera sobre las pasarelas y que su padre no lo encajó, un asunto que debería abordar, dice, en “otra conversación pendiente” con él: “Dejé la carrera de Turismo después de haber estado mi padre invirtiendo una pasta. Hice mi primera publicidad en Barcelona y me cogieron varias agencias, entonces me parecía una pérdida de tiempo seguir estudiando y le dije que me cogería un año sabático para trabajar de modelo. No se lo tomó bien, y de hecho yo me fui a Milán sin hablarme con él. Yo lo puedo llegar a entender, pero fueron decisiones que tuve que tomar”.

Decisiones que le han llevado hasta el momento “fenomenal” que asegura atravesar tanto artística como profesionalmente, y aunque reconoce que “seguro que hubo alguna mala que tomé, todas me han llevado hasta aquí”.

Lo cierto es que cuando comenzó este camino hacia el estrellato ni siquiera sabía hasta dónde quería llegar, e incluso llegó a plantearse si realmente era esta la vida que quería. “Muchas veces vives una vida en la que, aparentemente, tienes lo que querías, pero empiezas a dudar de si realmente tomaste las decisiones acertadas. Cuando viajé muchísimo trabajando de modelo fue una locura y me planteé muchas veces si era lo que quería, pero sabía que todo eso era para llegar a otro sitio. Realmente, no sabía qué sitio era, pero sabía que llegaría”, cuenta el modelo. Fue entonces cuando conoció a “la persona y todo se frenó de golpe”. Tras ese parón, “comencé con la interpretación y ahí vi que todo tenía sentido”.

Tras pasar más de 20 años en diferentes partes del mundo, Velenoso aprovecha que “las cosas están yendo rodadas” para reencontrarse con sus raíces y regresar a Tossa, donde está construyendo su propia casa. Ahora tiene más tiempo para disfrutar de su familia, a quien está muy apegado: “La agenda a veces nos lleva por otros lados, pero siempre he sido de ir a mi casa. Tengo muy buena relación con mis hermanas. De hecho, Silvia es de mis mejores amigas”.

Con 46 años recién cumplidos, mira con recelo la “potente barrera” de los 50, aunque todavía le quedan unos cuantos de cuarentón o, como él mismo reconoce, mentalmente de treintañero: “Siento que todavía estoy en mis 38. Me quedé allí”.

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