Al Barcelona se le aclaró el partido contra Las Palmas (puede ver aquí la ficha del encuentro y el minuto a minuto) con la expulsión de Valles a los 24 minutos. Filtró un pase Sergi Roberto, se escapó Raphinha y el portero de Las Palmas arriesgó y perdió.
Derribó al brasileño y vio la tarjeta roja con mucho partido por delante, pero el conjunto canario se estaba manejando medianamente bien con un futbolista menos. Había empezado peligroso, a veces sufrió por la presión del equipo azulgrana y un par de acciones al límite acabaron con gol anulado, a Lewandowski y Raphinha, por fuera de juego, algo más polémico el segundo. El equipo amarillo también asomaba por la portería de Ter Stegen de vez en cuando. Le faltaban ideas al Barcelona y cuando la precipitación amenazaba con aparecer en Montjuïc, Xavi, que estaba en la grada cumpliendo su primer encuentro de sanción, pensó que lo que le faltaba al dueo era la magia de Joao Félix. Y en tres minutos en el campo, el brasileño agitó la varita y se inventó un pase con una caricia que mandó el balón a la espalda de la defensa, para que Raphinha, esta vez sí, acertara de cabeza y en posición legal.
El remate tuvo mucho mérito, pero lo mejor de la acción fue el centro de Joao, como a cámara lenta, como si la pelota se moviera despacio, pero sin que los rivales pudieran alcanzarla. El tanto fue un alivio para los azulgrana, que volvieron a evidenciar que cada triunfo lo tienen que pelear mucho. Les cuesta ganar, sea el oponente que sea. Se cuentan con los dedos de una mano los encuentros que ha sacado adelante con comodidad.
El cambio de García Pimienta después de la expulsión fue quitar a un hombre de ataque y jugar con cuatro defensas, cuatro centrocampistas y un delantero. Le costaba más salir al contragolpe, como es lógico, o tener posesiones largas, algo que suele buscar siempre. Tampoco pudo jugar como le gusta, con la defensa muy adelantada, pues el Barcelona le fue metiendo para atrás. El mérito fue grandísimo, estando tantos minutos en inferioridad.
La revolución de Joao Félix continuó en la segunda parte con algunos detalles más en el pase. Tiene calidad de sobra, pero le falta continuidad para recuperar su sitio como titular. También falló un gol increíble e inexplicable: cuando solo tenía que empujarla, optó por dar algo de potencia al remate y la mandó al larguero. Y titular era Ferran Torres antes de lesionarse. Reapareció para apuntarse a este tramo final. Entró por un algo más apagado Lamine Yamal.
El susto final
Lewandowski forzó la amarilla para cumplir ciclo ante el Cádiz y llegar limpio al Santiago Bernabéu. Pero visto lo visto, el duelo contra los andaluces será muy complicado. Desespera cómo jugando toda la segunda parte en campo contrario, los azulgrana solo marcaran un gol. Al final incluso Moleiro rozó el empate y casi deja helado Montjuïc, y Cubarsí tuvo que sacar dos centros complicados por arriba.
