El acceso universal al agua potable es uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ONU). Resulta crucial para la salud pública, la seguridad alimentaria, la igualdad de género y el desarrollo económico. Sin embargo, alcanzar esta meta requiere inversiones significativas en infraestructuras, programas educativos para promover su uso responsable y una colaboración internacional efectiva.