El mundo del vino del Marco de Jerez se mueve. En los últimos años han surgido elaboradores que quieren agitar un universo clásico que no ha sido suficientemente tratado, salvo algunas casas de derechura, pero que necesita volver a recuperar el orgullo de la viticultura, y eso que siempre justifica un vino, el campo, más allá de cualquier ciencia bodeguera.
Alberto Orte es uno de esos visionarios que han decidido que lo autóctono tiene tanta fuerza que, aunque ya solo quede memoria, merece ser puesto sobre la mesa. Un blanco tranquilo elaborado a partir de la vijiriega, contigua a la palomino, pero cuyo examen de sus posibilidades expresivas es radical. El pago puede ser bendición y también auténtico relato sin contenido.
Alberto es por contra un enamorado sin séquito de esa maravilla que permite crear un vino en un mundo de generosos, pero que tiene su procedimiento clásico de madera, afinamiento en botella y al final dejar que repose el recuerdo del viñedo. El que nos habla de notas florales y paseo por estos territorios, una sequedad amable y una redondez muy bonita de otros secuencias que dan mucho que pensar.
El mundo atlántico está encerrado en este vino elegante y culto, o ir dejando un puñado de botellas para que alguno piense que los Pagos de Jerez como el de Añina tengan el mapa de la historia y el presente.
Bodega: Cia de Vinos del Atlántico Vino: Atlántida 2021 D.O.: Tierra de Cádiz Pvp: 27,25 euros
