Carlos Carrizosa: “Es un peligro que Puigdemont pueda volver a ser presidente”

Carlos Carrizosa: “Es un peligro que Puigdemont pueda volver a ser presidente”

Carlos Carrizosa (Barcelona, 1964) repite como cabeza de lista de Ciutadans (Cs) a las elecciones. Tras finalmente presentarse en solitario, las encuestas auguran que no entrará en un Parlament de Cataluña donde fueron primera fuerza hasta hace tres años. Está convencido de poder revertir la situación, aunque para ello deban recurrir a carteles con Inteligencia Artificial o grabar a su candidato fumando en pipa, alguna de las peculiares ocurrencias de la formación liberal en esta campaña. Centran su discurso, tras no acordar una coalición con el PP, en los pactos que han tenido tanto populares como socialistas con el nacionalismo, algo que “jamás ha hecho y jamás hará Ciutadans”, que vuelve a su original logo en estas elecciones para seducir de nuevo a los más de 1.100.000 catalanes que les votaron alguna vez para frenar a unos independentistas que ahora, teme, “volverán a las andadas”.

¿Cómo está viviendo esta carrera electoral? ¿Tiene la sensación de que será la última?

Estamos viviéndolo todo con mucha ilusión y mucha fuerza. Muchos de nosotros llevamos 18 años en este partido, conocemos muy bien la sociedad catalana y nos sentimos representantes de ella. Cataluña es abierta y moderna, el nacionalismo pretende una identidad catalana concreta, con raíces en el siglo XIX, mientras nosotros representamos esa modernidad y ese futuro que reclaman y necesitan los catalanes. No tengo la sensación, en absoluto, de que sea la última campaña. Las encuestas siempre las hemos mejorado y estoy convencido de que entraremos en el Parlament.

¿Qué ha hecho mal Cs para que en 2017 ganara las elecciones y ahora pugne por no desaparecer del Parlament?

Nosotros podemos haber cometido errores. Hemos pecado, pienso, de no haber explicado, por ejemplo, que Albert Rivera o Inés Arrimadas se marcharan a hacer política nacional. Es algo que no se entendió, pero yo me pregunto qué sería ahora de Cataluña si el presidente del Gobierno fuera Rivera o Arrimadas. Pero nosotros no hemos traicionado nunca a nuestro electorado, somos una fuerza catalana.

Si, dado el caso, Cs no entra en el Parlament, ¿podría suponer la desaparición del partido?

Entraremos, insisto. Necesitamos alrededor de 80.000 votos, una cifra absolutamente alcanzable. Más de 1.100.000 personas han votado a Ciutadans en alguna ocasión. Somos el voto fiable, que no va a intercambiar apoyos para llegar a la Moncloa. Entraremos, y además, esto nos va a impulsar para hacer una buena campaña para las europeas, donde las encuestas nos auguran entrada.

De la pasada legislatura ha abandonado la causa, digamos, su número 2, Anna Grau, pero también lo han hecho en los últimos años otros dirigentes, otros líderes que han estado en primera línea en la política en Cataluña. ¿Se ha sentido solo o abandonado por estos excompañeros?

Ciudadanos tiene una peculiaridad que no tienen los otros partidos y es que somos gente que tenemos carreras profesionales y que nos dedicamos a la política de forma temporal. Esto ocurre también en otros partidos liberales europeos, somos políticos menos profesionalizados y yo estoy orgulloso de que así sea. También le digo que los que nos quedamos en Ciudadanos somos gente que tiene muy claros los principios y los valores del partido.

¿Y los excompañeros que no han dejado la política y se han pasado a las filas del PP, por ejemplo, o en el caso de Juan Carlos Girauta, a Vox?

Cada uno es libre. El que ya no está en Ciudadanos, pues no está en Ciudadanos y el que está, es el que importa.

¿Ha hablado recientemente con Albert Rivera o Inés Arrimadas?

He hablado con ellos recientemente. Los dos me dan un apoyo personal caluroso y su amistad, pero lógicamente desde la vida civil, por decirlo así, prefieren salvaguardar todavía la independencia de su nueva vida civil.

Volviendo a la precampaña, Cs está siendo muy activo también en los tribunales. ¿Qué opina sobre la decisión que tomó ayer el Tribunal Constitucional (TC) desestimando su recurso sobre la candidatura de Puigdemont?

Creo que hicimos muy bien en llevar al TC la impugnación de la candidatura de Puigdemont porque lo que nosotros alegamos lo entiende cualquiera. Que un fugado de la justicia se pueda presentar en algunas elecciones, ya llama mucho la atención. Pero si encima lo hace con un padrón municipal falso, porque no vive donde figura que dice vivir en su padrón municipal, y con un DNI caducado desde hace años es todavía más grave. Es una cuestión de igualdad, de que todos tengamos las mismas normas. No estoy de acuerdo con la resolución, pero no voy a entrar en el juego de los independentistas: la acato y la respeto.

¿Pero por qué cree que no le han dado la razón?

Me parece difícil de entender. Ha habido resoluciones previas, por ejemplo, el señor Toni Cantó, por una cuestión de padrón municipal, no se pudo presentar a unas elecciones. Hay precedentes del propio TC, no se entiende muy bien cómo el señor Puigdemont tiene una especie de patente de corso. No quiero pensar que tenga algo que ver con que el Gobierno le está protegiendo.

¿Teme que Puigdemont regrese para la investidura y consiga ser otra vez presidente de la Generalitat?

Es un peligro cierto. No es un temor personal mío, es un peligro absolutamente cierto. Parece que ERC se está hundiendo y que Puigdemont, que representa al odio más grande a España, está cobrando impulso. Ha advertido a Sánchez que a él no le van a hacer lo mismo que a Trias, que si gobiernan los socialistas en Cataluña dejarán de hacerlo en España. Y si Sánchez tiene que elegir entre su propia silla y la de Illa, elegirá la suya.

Sánchez e Illa dijeron que no habría amnistía y luego la hubo. ¿Cree que también serán capaces de cambiar de opinión respecto al referéndum?

Estoy absolutamente convencido de que Sánchez transigirá en un referéndum y nos lo querrá vender como constitucional.

¿Se puede?

Puede hacerlo porque el papel lo aguanta todo. Puede decir que por la vía del artículo 92 hace una delegación de la Constitución, que si las Cortes lo delegan en la Comunidad Autónoma se respetan las competencias, que si es consultivo entonces no tiene efectos, etc. Claro que va a dar esos argumentos. Pero es radicalmente inconstitucional porque rompe lo que consagran los artículos 1 y 2 de la Constitución que son la unidad indivisible de la nación española y que la soberanía que recae en el pueblo español y no en una parte. Apelamos a la gente, como se ve en el cartel, a detener a Sánchez y a Puigdemont para que no se haga realidad.

Sánchez justifica a menudo los indultos y la amnistía alegando que la Cataluña de hoy no es la misma que la Cataluña de 2017. ¿Está de acuerdo con este argumento? ¿Cómo explica en esta línea la victoria que parece que obtendrá el PSC?

Muchos catalanes se engañan pensando que el PSC atenuará los impulsos del separatismo porque lo que hemos visto es que lo que hacen es acatar todas las iniciativas del separatismo. Siempre.

Insisto, ¿la Cataluña de hoy está mejor que la de 2017?

No, no está mejor que 2017. En aquella época se alcanzó un punto de tensión que ahora ha disminuido. Pero lo que se ha hecho ahora es desarmar al Estado ante otra posible asonada independentista. El Código Penal ya no protege los intereses de los ciudadanos si vuelven a hacerlo. Las consecuencias de un golpe ahora serían mucho menores que en 2017 para quienes lo perpetren.

Le hemos oído criticar a Salvador Illa en numerosas ocasiones. Si dependiera de Cs una mayoría no independentista, ¿no le harían presidente de la Generalitat?

No. Creemos que Salvador Illa va a pactar con el separatismo y el pacto no pasa porque Salvador Illa sea presidente. Nosotros hemos firmado un compromiso de lealtad para que ni aquí ni en Moncloa se pueda pactar con los independentistas. Ni Alejandro Fernández ni Illa pueden prometer eso, por eso no lo han firmado. También le digo que Illa no es de fiar, ha mentido reiteradamente.

Es decir, se comprometen a no apoyar un Govern de Illa en cualquier caso.

Nuestra línea roja es que no investiremos a nadie que tenga el apoyo del separatismo.

¿Por qué no llegaron a un acuerdo con el PP para presentarse unidos a estas elecciones?

Porque lo que el PP pretendía no era un acuerdo de unión o una coalición, sino una absorción y la disolución de Ciudadanos en Cataluña. Nosotros creemos que la única garantía para que no vuelva a haber un pacto del Majestic y de que al señor Feijóo no lo convenzan en el Círculo de Economía, Foment del Treball y Pimec es que haya un anclaje en Cataluña que recuerde donde debe estar el constitucionalista.

Pero negociaron con ellos y sólo después de que fracasaran estas negociaciones le hemos escuchado decir que el PP y Ciudadanos son muy diferentes. ¿En qué lo son?

Aparte de los pactos, lo principal sería la fiabilidad del voto. En Cs no traicionamos a nuestros electores por sillones en la Moncloa. Nosotros incorporamos una manera de hacer política desde el constitucionalismo muy distinta a la del PP, que pactaba los presupuestos a Artur Mas. Cs ha combatido de verdad la inmersión lingüística, hemos llevado el castellano a las instituciones. Luego, naturalmente, nosotros somos liberales y ellos conservadores, hay diferencias. Nosotros defendemos el aborto, la eutanasia, defendemos a las personas LGTB, son cuestiones que nos separan profundamente.

¿Cs es el partido de los que hablan en castellano en Cataluña?

Cs es el partido de los que entienden que Cataluña tiene dos lenguas, que hay que proteger al catalán y que hay que integrar en todo al castellano porque es el idioma mayoritario, el que los catalanes mayoritariamente hablan y es un partido orgulloso de formar parte de una sociedad bilingüe y que quiere que ese bilingüismo sin problemas que está en la sociedad se traslade a las instituciones y que no se considere al castellano como una lengua de imposición.

¿Qué perdería la política catalana sin Cs?

Perdería la representatividad de una parte de los catalanes. Cs surgió de la propia sociedad catalana, del asociacionismo civil, de gente no profesional que no se sentía suficientemente representada por los dos partidos constitucionalistas que había. Si nosotros no estuviéramos el Partido Popular tendría las manos libres para simplemente vegetar en el Parlament, sin ser demasiado incómodo para Puigdemont ni para el nacionalismo. También influimos en el PSC, cuando Illa habla en castellano o cuando defiende un modelo bilingüe. No lo cumplirá, pero debe dar esa imagen porque es lo que quiere la gente y lo que nosotros encarnamos.

¿Dónde se ve el día 13 de mayo?

Me veo donde me digan los catalanes que tengo que estar. Espero que en el Parlament, peleando nuevamente otra legislatura por los derechos de los catalanes, con muchísimo orgullo y muy desacomplejadamente.

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