La activista Rita Nketiah se preparó a conciencia para asistir al Congreso Mundial de las Familias (WCF por sus siglas en inglés) que en 2019 tuvo lugar en Acra, la capital de Ghana. Sabía que el evento —organizado por una alianza de entidades ultraconservadoras de EE UU— sería un aquelarre anti-LGTBI. Un homenaje al orgullo hetero en el que su apariencia habitual provocaría suspicacias.