Descubren que la corriente más poderosa del planeta está creciendo y puede acelerar el cambio climático

Descubren que la corriente más poderosa del planeta está creciendo y puede acelerar el cambio climático

El clima
está cambiando y estamos cansados de escucharlo, sí, pero es lo que tiene estar
viviendo una crisis
climática
sin precedentes en la historia de la humanidad. Y, aunque todas
las noticias parezcan idénticas, no lo son, y algunas son más preocupantes que
otras. Ésta, por ejemplo, es de las que debería pegarnos a la pantalla para entender
qué está pasando exactamente. Porque la corriente circumpolar antártica
parece que se
está acelerando
y eso significa que el hielo del polo sur está en más
apuros de los que pensábamos.

Si has llegado hasta aquí, hasta este segundo párrafo, puede
que te preguntes por qué debería importarnos el hielo en sí mismo, y la razón
es la misma por la que en verano vistes con ropa clara. Cuanto más oscura es
una superficie más calor
retiene y, cuanto menos hielo haya en el planeta más se calentará la Tierra. Así
que, que el cambio climático esté acelerando
la corriente circumpolar antártica haciendo que el polo sur se funda más
rápido, y eso significa que, a su vez, también está acelerando el cambio climático.
Podríamos compararlo con una pelota rondando colina abajo que, cuanto más
rueda, más rápido se mueve y más
difícil es de detener
.

Hace mucho tiempo

Para sacar estas conclusiones los investigadores han tenido
que bucera en la historia de nuestro planeta y en las aguas del océano pacífico
sur, concretamente en el punto Nemo, el más alejado a cualquier costa. Allí
han perforado el fondo oceánico, a 3600 km bajo la superficie y han extraído
dos columnas de sedimento, una de 145 metros y otra de 213. Estas columnas
son, en realidad, el resultado de que la corriente circumpolar antártica haya
dejado a su paso partículas de diferentes tamaños durante millones de años.

Porque, aunque ahora la corriente circumpolar antártica es
la más poderosa del planeta y mueve 100 veces más agua que todos los ríos
del planeta juntos, no siempre ha sido así. Ahora conecta los océanos
Índico, Atlántico y Pacífico y, en su punto más ancho, tiene 2.000 kilómetros
de sección. Pero este gigante oceánico tiene apenas 34 millones de años,
cuando las fuerzas tectónicas separaron a la Antártida de otras masas
continentales y las capas de hielo comenzaran a acumularse. Aunque, en
realidad, es incluso más reciente en su forma actual, porque no empezó a
fluir como ahora hasta hace unos 12 o 14 millones de años.

Los resultados

La cuestión es que, a partir de esos núcleos, los un grupo
de 40 científicos de instituciones repartidas a lo ancho de 12 países, han
podido rastrear los cambios en el flujo de esta corriente durante los últimos
5,3 millones de años a lo largo de tres épocas: el caluroso plioceno, el cambiante
pleistoceno y el holoceno, que empezó hace solo 12.000 años. Cuanto más
profunda fuera la capa en las columnas de sedimento más antiguo era el momento
en que se habían depositado y, a mayor calibre de las partículas de roca, más
intensa debía haber sido la corriente en aquel momento.

Así es como los expertos han podido correlacionar la
temperatura del planeta con el flujo de la corriente circumpolar antártica.
De hecho, esto confirma otros datos que ya teníamos, como un aumento del 40% en
los últimos 40 años de los vientos sobre el Océano Austral uno de los factores
que condicionan el flujo de la corriente. Ahora mismo el flujo que rodea la Antártida
corre a 4 kilómetros por hora, y transporta 165 a 182 millones de metros
cúbicos de agua por segundo y, por supuesto, cuanta más agua llegue a la Antártida
desde lugares más cálidos, más intercambio de temperatura habrá entre el océano
y el hielo del polo sur, fundiéndolo con mayor velocidad de la que esperábamos.
Y es que, según los modelos informáticos, es esperable que la corriente aumente
considerablemente si no frenamos el cambio climático.

Otro círculo vicioso

A todo esto se suma otro detalle, y es que esta corriente
también está correlacionada con un aumento de la liberación de dióxido de
carbono, el principal gas de efecto invernadero. Por lo que, cuanto más se
caliente el planeta mayor flujo tendrá la corriente y más dióxido de carbono se
liberará. Pero cuanto más dióxido de carbono se libere más gases de
efecto invernadero en la atmósfera y mayores serán las temperaturas, volviendo
a comenzar el círculo vicioso.

Los expertos emiten una conclusión muy cauta. Dicen, en sus
propias palabras, que “si esto fuera cierto, un aumento futuro en el flujo de
la corriente circumpolar antártica con el clima cálido marcaría una
continuación del patrón observado en los registros instrumentales, con
probables consecuencias negativas”. Lo cual, traducido, significa que, si
otros estudios independientes confirman las conclusiones de este, nuestra crisis
climática podría agravarse incluso un poco más.

QUE NO TE LA CUELEN:

El miedo no es la mejor manera de despertar la conciencia
climática, sobre todo cuando no está directamente en nuestras manos como individuos
detener determinados procesos industriales, pero hay ocasiones donde los datos
son los que son y pintan poco halagüeños.

REFERENCIAS (MLA):

“Five
million years of Antarctic Circumpolar Current strength variability” Nature
10.1038/s41586-024-07143-3

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