La Comunitat Valenciana es la autonomía donde menos tributan en IRPF las rentas bajas (20.000 euros) pero se dispara para las rentas superiores a 110.000 euros, y en el impuesto de Donaciones se sitúa en un nivel testimonial, según el informe “Panorama de fiscalidad autonómica” del Consejo de Colegios de Economistas de la Comunitat.
La recaudación en la Comunitat se concreta en que el Impuesto sobre Patrimonio es el 11,19 % del total del Estado, Sucesiones y donaciones el 9,68 %, el Impuesto sobre transmisiones patrimoniales onerosas el 14,14 % y el Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados el 11,15 %.
Son datos que recoge el informe “Panorama de fiscalidad autonómica 2024” de la Comunitat Valenciana, una radiografía fiscal comparada con otros territorios, presentado este viernes por el Consejo de Colegios de Economistas de la Comunitat Valenciana.
En relación con el Impuesto sobre el patrimonio, el mínimo exento se aplica por defecto 700.000 euros aunque en la Comunitat Valenciana se ha rebajado a 500.000 euros, y se ha derogado la tarifa que se introdujo el año pasado de manera transitoria, para los ejercicios 2023 y 2024.
En el impuesto sobre la Renta, la Comunitat ha aumentado los mínimos personales y familiares hasta los 6.105 euros (5.550 euros en el Estado), y la tarifa presenta una variación respecto a la estatal y lidera el tramo hasta el 54 %, respecto al 49 % general.
Los economistas han destacado que para las rentas bajas, la fiscalidad valenciana se sitúa muy bien para los contribuyentes pero para las rentas altas se dispara.
En Patrimonio, el mínimo exento se sitúa en 500.000 euros, frente a los 700.000 euros de mínimo estatal, y la tarifa es algo más elevada en el mínimo (0,25 % frente al 0,20 % estatal). Se incrementan los mínimos para personas con discapacidad a un millón de euros.
En Sucesiones, la bonificación es del 99 % para los grupos I y II y personas con discapacidad, y en donaciones es del 99 % para las adquisiciones efectuadas por el cónyuge, padres, adoptantes, hijos o adoptados, o abuelos del donante.
En la Comunitat el tipo aplicable de Transmisiones Patrimoniales a la adquisición de viviendas cuyo valor no supere 180.000 euros en protección oficial o para menores de 35 años se reduce del 8 al 6 %, y del 4 al 3 % en los casos de familias numerosas o monoparentales, personas con discapacidad y mujeres víctimas de violencia de género.
Los beneficios fiscales autonómicos representan en cuantía el 2,09 % en el caso del IRPF, y del 2,01 % en Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, pero es del 80 % en Sucesiones y Donaciones. Se prevé que para 2024 asciendan a 935 millones de euros en IRPF, Patrimonio, Sucesiones y Donaciones y TPO-AJD.
La directora general de la Agencia Tributaria Valenciana, Sonia Díaz, ha destacado “el regreso mejorado” de la deducción del impuesto de Sucesiones y Donaciones para el donatario, y se ha referido a las seis nuevas deducciones fiscales sociosanitarias que beneficiarán a 2,1 millones de ciudadanos, el 87 % de los contribuyentes.
En el apartado de impuestos propios vigentes en 2024, la Comunitat Valenciana es, junto con Galicia, la que más tiene en su catálogo normativo con un total de seis: canon de saneamiento, el impuesto sobre actividades que inciden en el medio ambiente, el de viviendas vacías, el impuesto sobre las emisiones de dióxido de carbono de los vehículos de tracción mecánica, y sobre la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera provenientes de instalaciones.
La consellera de Hacienda, Ruth Merino, que ha intervenido al final de la presentación, ha asegurado que el Gobierno valenciano quiso cambiar el panorama fiscal para dejar atrás una tributación excesiva y en algunos casos opresiva, para que las cargas tributarias no actuasen de “impedimento” para las inversiones y la generación de riqueza, y también para aumentar los índices de productividad.
Ha recordado que entró en vigor la supresión del impuesto de Sucesiones y Donaciones y el número de donaciones ha aumentado un 43 % en dos meses, y la fiscalidad va a seguir evolucionando con modificaciones previstas a lo largo de la legislatura que se irán “modelando” en función de las circunstancias y el tiempo hasta “alcanzar la meta de la equidad”.
“La reforma fiscal va a seguir”, ha reiterado para apuntar que no entrará en vigor el impuesto medioambiental previsto para febrero de 2025, se repensará la cuota de la escala autonómica del IRPF, y se acabará con el impuesto de Patrimonio en la medida de lo posible para ser “más atractivos” en el establecimiento de grandes fortunas en la Comunitat.
