Fantasía geométrica y colores saturados son las señas de identidad de los paisajes urbanos fotografiados por Franco Fontana (Modena, 1933). A mediados de los 60 cuando primaba el blanco y negro, el fotógrafo italiano apostó por el color de manera radical. Con su particular mirada, retrató las ciudades acortando el campo visual para llegar a detalles con impactantes efectos ópticos, donde los colores son los protagonistas. En sus imágenes desaparece la profundidad de campo y las líneas juegan con la perspectiva a su libre albedrío. Como si fuesen piezas de un colorido juego de construcción; las paredes, el cielo, las sombras, el asfalto y el mar crean llamativos mosaicos que dan a su obra un estilo inconfundible. Fontana es fiel a esa exaltación cromática y a esos juegos de líneas hasta el final de su carrera en 2017. Ahora, con motivo de su 90 aniversario, la galería Atlas de Londres le rinde homenaje con la exposición Franco Fontana: Urbani, una recopilación de sus obras más reconocidas, que puede verse hasta el 4 de mayo. Fragmentos de arquitectura urbana a todo color.
El fotógrafo de 90 años que le saca los colores a la ciudad
