Por si la familia Middleton no tuviera suficiente con la enfermedad de la princesa de Gales y el mal momento económico que atraviesa Party Pieces, la empresa de Carole y Michael Middleton, los suegros del príncipe de Gales; ahora el hermano pequeño de la futura reina ha de enfrentarse a una disputa vecinal que ha alcanzado dimensiones peligrosas después de que él y su esposa, Alizee Thevenet, hayan sido amenazados.
James Middleton, su mujer y su bebé, que nació el octubre pasado, viven desde hace tiempo en una de las zonas más rurales del condado de Berkshire, y a principios del año pasado su casa copó varios titulares después de que uno de sus vecinos, David Alderton, se quejara en las páginas del “Daily Mail” de que “humos tóxicos y nocivos” llegaran a su propiedad a consecuencia de “las viejas máquinas de granja ruidosas, sucias y malolientes” que el cuñado del príncipe William tiene en su terreno.
Pese a la discreción que suelen mantener los miembros de la Familia Real y sus más allegados, evitando entrar en este tipo de polémicas, James Middleton ha hecho en este caso una excepción y ha contestado a su “vecino de pesadilla” en otro diario inglés, “The Independent”.
El hermano de Kate Middleton asegura que las denuncias de Alderton son “falsas” y que “El Ayuntamiento de West Berkshire intervino cuando se quejó del ruido de los tractores y los animales, además de otras quejas” a las que las autoridades no han dado mayor pábulo.
Pero lo que parecía un enfrentamiento vecinal algo baladí ha alcanzado una dimensión mayor después de que Alderton amenazara por escrito a James Middleton y Alizee Thevenet, además de acceder sin permiso a los terrenos de su propiedad. “Estoy listo para pelear, espero que vosotros lo estéis. Esto se va a poner brutal”, dijo al hermano y la cuñada de la princesa de Gales.
Una advertencia que colmó la paciencia de los aludidos y que les llevó a buscar ayuda en las autoridades locales: “Contactamos con la policía poco después del nacimiento de nuestro hijo, ya que estábamos cada vez más preocupados por las actuaciones de nuestro vecino”.
En un intento de hacer patente el carácter problemático de su vecino, James Middleton recuerda que este no es el primer altercado que Alderton protagoniza en su comunidad: “En 2017, emprendió acciones legales contra el consejo parroquial y un feligrés, e intimidó a los residentes por oponerse a una serie de solicitudes de permisos de construcción, todas las cuales fueron denegadas”.
