El Monasterio de Santa Catalina de Siena, cuyos orígenes se remontan al siglo XV, se convertirá en el plazo de dos años en el Centro de la Cultura del Vino de Valladolid, tras una obra de consolidación y la posterior adecuación, trabajos que cuentan con un presupuesto de casi cinco millones de euros procedentes del Plan Next Generation de la UE.
La concejala de Turismo, Eventos y Marca Ciudad, Blanca Jiménez, aseguró hoy que esta primera fase y los resultados de su funcionamiento, marcará el desarrollo global del proyecto y las decisiones que se tomarán en el futuro. No obstante, confirmó el interés del equipo de gobierno de completar el Centro de la Cultura del Vino con un alojamiento hotelero en la zona del claustro, para lo que se contempla la posibilidad de llegar a un acuerdo con alguna cadena hotelera.
En este sentido, Jiménez también se refirió al rechazo del Ministerio de Industria y Turismo del ofrecimiento del Consistorio para la construcción un Parador Nacional aprovechando parte del convento, y aseguró que el Gobierno ha perdido una oportunidad de oro de sumar una “joya única” a la red de Paradores, “algo que no hará el Ayuntamiento de Valladolid” a la hora de poner en valor este singular monasterio.
La concejala explicó que tras nueve meses de “intenso” trabajo ya se ha aprobado el expediente de la primera fase, que contempla obras en el receptorio, la iglesia y el coro. En total se adecuarán 1.550 metros de los 6.600 construidos, y también se actuará en 2.230 metros exteriores, de los casi 10.500 que tiene toda la parcela. La redacción del proyecto tendrá un plazo de 17 semanas, mientras que el plazo de ejecución de la obra es de 16 meses y medio.
En esta primera fase y entorno a la capilla, el coro y el receptorio, se pondrá en marcha un espacio de acogida e información, que será el portal de bienvenida a los visitantes en relación con las experiencias enoturísticas de Valladolid y su entorno. Además, también se contará con un espacio dedicado a la interpretación de la cultura del vino, en lo que pretende ser una experiencia “inmersiva y multisensorial”, desde la singularidad del territorio, hasta los aspectos medioambientales y culturales que configuran Valladolid como una tierra de vino. Además, en el espacio exterior también se contempla en este primera fase la plantación de un viñedo, que incluirá vides de las distintas DO de la provincia y de Tierra de Castilla y León, y un jardín monacal.
Al mismo tiempo, recalcó que el proyecto está llamado a ser un hito que consolide a Valladolid como destino enoturístico a largo plazo y explicó que además de estar orientado a la experiencia del visitante en su acercamiento al vino, el centro también albergará exposiciones, talleres, encuentros y presentaciones científicas, técnicas y comerciales del sector.
Proyección internacional
“Con este proyecto, que tendrá una clara proyección nacional e internacional, buscamos que Valladolid se convierta no solo en un lugar de paso, sino en la verdadera puerta de entrada a los recursos enoturísticos del territorio. Valladolid es una ciudad capaz de aportar valor, desde la colaboración, a toda un área de influencia que es líder mundial en el sector del vino y con una riqueza paisajística y monumental de primer orden”, afirmó Blanca Jiménez.
En la presentación del proyecto también participó el concejal de Urbanismo, Nacho Zarandona, que argumentó que la recuperación y la puesta en valor de Santa Catalina es un “reto y una oportunidad”.
Por otra parte, y sobre los planes del anterior equipo de Gobierno de aprovechar la parcela para construir también centros de ocio y deportivos, Jiménez insistió en que han sido necesario nueve meses de “intenso” trabajo para materializar la primera fase del proyecto y aseveró que “una cosa es predicar y otra dar trigo. Nosotros ahora estamos dando trigo”. A su vez, recalcó que el objetivo prioritario de Santa Catalina es su conversión en el Centro de la Cultura del Vino, aunque dejó la puerta abierta a otros proyectos futuros.
Por último, también confirmó que el Consistorio está a la espera de una resolución del Gobierno del 2 por ciento Cultural para poder destinar más fondos al proyecto.
