Una vez que el Ministerio de Cultura ha decidido eliminar el Premio Nacional de Tauromaquia, por decisión expresa y personal de Urtasun, se han sucedido las reacciones, incluso por su propio partido, como ha sido García-Page que ha salido al quite del toreo para impulsar un nuevo premio e intentar que tenga entidad nacional. Mismo camino ha tomado Valencia y la Comunidad de Madrid, entre otros.
La decisión que ha llevado a cabo el PP, en este caso, ha sido registrar una moción en el Senado para
recuperar al premio Nacional de Tauromaquia, porque es “lamentable y sectaria” la decisión del Ministerio de Cultura, según ha manifestado la portavoz de la portavoz del Grupo Parlamentario Popular en el Senado, Alicia García.
Recuerda que ella misma, en el año 2015, llevó adelante la creación del Premio Tauromaquia de Castilla y León, que se configura como un reconocimiento de carácter regional que premia la trayectoria profesional, los méritos y las actividades o iniciativas de personas, entidades o instituciones que hayan destacado por su labor a favor de la promoción de los valores culturales, turísticos o económicos de la tauromaquia en Castilla y León y en general, por sus aportaciones al enriquecimiento de valores de la Tauromaquia.
La portavoz popular y el presidente de la Comisión de Cultura del Senado, Juan Ávila, ponen de manifiesto que la tauromaquia en España “es tradición, es cultura, y una parte importante en la economía sobre todo en el ámbito rural”. “No sólo hablamos de las señas de identidad de nuestro país, también estamos hablando de una actividad que da trabajo y que contribuye de manera muy importante al mantenimiento de la economía en algunas zonas de nuestra geografía, sobre todo si hacemos referencia al ámbito rural”, recalca Alicia García.
Sémper, en contra
Por otra parte, en unas declaraciones a los medios en Zaragoza
Sémper anuncia que el PP volverá a instaurar el Premio Nacional de Tauromaquia: “Suprimirlo demuestra que el Gobierno no apuesta por la libertad ni la pluralidad cultural”
El vicesecretario de Cultura y portavoz del PP critica que el Gobierno hable mal de España, como hizo el ministro de Cultura con los museos, y ahora lo vuelva a hacer ignorando una expresión cultural y artística con un impacto económico del que viven más de 200.000 familias. Y asegura que esta actitud es una muestra más de que el Gobierno arremete contra quien no piensa como él.
