El ambiente de Castellino del Biferno parece muy similar al de cualquier otro pueblo del sur de Italia. En la pequeña plaza en la entrada descansa una estatua del Padre Pío a la derecha, un bar enfrente y la iglesia a la izquierda. Nada más típico. Luego, si se presta más atención, se observan algunos detalles que quizá lo diferencian de los demás: una furgoneta con una imagen de Italia sin el norte y las palabras “sur rebelde” o las pegatinas del escudo borbónico fijadas en las puertas de una tienda para recordar el Reino de las Dos Sicilias, la monarquía absoluta que gobernó el sur de Italia y Sicilia entre 1816 y 1861.