El pueblo valenciano referente en el cultivo de la trufa negra

El pueblo valenciano referente en el cultivo de la trufa negra

La trufa negra, el conocido como «diamante de la cocina», no solo por su elevado precio, sino también por sus múltiples propiedades beneficiosas para la salud, es un manjar delicioso y muy utilizado en la cocina mediterránea. Ya para los romanos era un elemento indispensable en su dieta, además de atribuirle propiedades afrodisiacas -que posteriormente se han confirmado.

Sin embargo, no son muchos los que saben que en la Comunitat Valenciana se encuentra uno de los municipios referentes en el cultivo de este suculento hongo. Se trata de Andilla, una pequeña localidad situada en la comarca de Los Serranos, y donde se descubrió por casualidad la presencia de este tesoro negro.

Según se cuenta, todo empezó hace unos 50 años, cuando los habitantes de la aldea de La Pobleta, situada a dos kilómetros de Andilla, observaron que a su posada llegaban visitantes catalanes conuna buena posición económica. Estos forasteros salían a la montaña y regresaban con lo que ellos llamaban «patatas pudentas», que es como se conocía coloquialmente a las trufas negras silvestres.

Un vecino del pueblo decidió acompañar al monte a estos visitantes para aprender a recolectar trufas negras silvestres, y posteriormente venderlas a Francia, donde el uso culinario de este hongo era por aquel entonces mucho más apreciado que en España. Así es como surgió la primera generación de truficultores andillanos. Estas agrupaciones de recolectores pertenecieron a La Pobleta y más tarde también se unieron algunas de Andilla. La agrupación observó como en otras zonas como Francia y Soria, ante la escasez de trufas negras silvestres, se había comenzado a cultivar con plantaciones. De este modo, viajan a estas zonas para implantar la técnica de las plantaciones en Andilla y La Pobleta.

Y es por esta época cuando se crea la Asociación de Truficultores y Recolectores de la provincia de Valencia con sede en La Pobleta, una de las más antiguas a nivel nacional, junto a la de Soria.

Así, se dio el salto a la trufa cultivada, convirtiéndose Andilla en centro neurálgico de la recogida de la deliciosa seta. Tanto es así, que durante el mes de enero se celebra en este municipio la Feria Valenciana de la Trufa, donde cada año decenas de firmas relacionadas con este alimento presentan sus novedades.

Cultivo forestal

El cultivo dela trufa negra en la Comunitat Valenciana ha adquirido tal relevancia que desde la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA), instaban recientemente a la Conselleria del ramo que a que trabajen conjuntamente para que las plantaciones truferas en terrenos agrícolas de la Comunidad Valenciana sean reconocidas como cultivos agrícolas, en las mismas condiciones que el olivar o el almendro, en lugar de mantener su clasificación como forestales por las trabas que ello implica.

La organización solicita una revisión de la orden 4/2015 de la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente con el propósito de eliminar las restricciones de tamaño de superficie para la truficultura, tanto para zonas protegidas como no protegidas. En la Comunidad Valenciana la truficultura es clasificada como un cultivo forestal sujeto a registro.

Qué ver durante una excursión a Andilla

Pero Andilla es mucho más que su cultivo del «tuber melanosporum» (trufa negra). Esta localidad valenciana ofrece otros muchos atractivos de los que disfrutar durante una excursión con familia o amigos. Andilla cuenta con varios cascos urbanos, ya que además del principal también están las aldeas o pedanías de La Pobleta, Osset y Artaj, junto con Bodegas de Pardanchinos. El núcleo histórico de Andilla cuenta con una ruta medieval señalizada y paneles informativos. Se trata de un trazado sin dificultad y circular que se puede emprender tras visitar la Iglesia Parroquial de la Asunción de Nuestra Señora, un templo del siglo XVI.

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