El voto útil en el País Vasco está en el PP

El voto útil en el País Vasco está en el PP

La hipótesis, nada descabellada a tenor de lo que dicen las encuestas, de que Bildu pueda resultar ganador de las elecciones autonómicas vascas el próximo 21 de abril está llevando a algunos analistas políticos a agitar el voto del miedo del centro derecha en favor del PNV y en detrimento de las opciones del Partido Popular, que es la formación que representa de manera inequívoca a los votantes constitucionalistas del ámbito conservador.

Ciertamente, que los herederos de la banda terrorista etarra puedan llegar a regir los destinos del País Vasco no es sólo un fracaso social y político, incluso, moral, para una sociedad a la que, no hace tanto tiempo, se intentó imponer a sangre y fuego un modelo de convivencia que pretendía excluir por el terror a quienes defendían la democracia española y los derechos humanos más básicos, sino que representa una perversa anomalía en Occidente.

Asimismo, que los legatarios de unos asesinos que actuaron con especial saña sobre los representantes libremente elegidos en urnas de las formaciones no nacionalistas y que hicieron de la extorsión y el matonismo su medio de vida puedan condicionar el futuro económico e institucional del País Vasco –desde una radicalidad populista rayana en el delirio–, y que lo hagan, presumiblemente, con el apoyo de los socialistas, justifica la alarma de quienes más sufrieron la violencia. Pero la responsabilidad del blanqueamiento de la banda alcanza tanto al PSOE como al PNV, con el agravante, para el partido de Sabino Arana, cuyo lema es «Dios y la Ley Vieja», que con su apoyo al gobierno de Pedro Sánchez han dado carta de naturaleza a unas políticas que atentan directamente contra el modelo social y familiar de quienes se reclamaban como demócrata cristianos.

Si el aborto libre, incluso como derecho, el feminismo radical de la identidad de género y el animalismo como sucedáneo de las ciencias medioambientales tiene cabida en los planteamientos estratégicos del PNV, no deberían los Ortuzar y compañía extrañarse de la pérdida de apoyos en una nuevas generaciones a las que se han camuflado sus referentes. Y lo mismo reza para los socialistas vascos, en una deriva que conduce a replicar el trasvase de voto hacia los independentistas radicales de izquierda, como en Galicia, y arrastra también a sus socios de Sumar.

De ahí, que consideremos que el verdadero voto útil para el País Vasco y para el resto de España, sea el del PP. Una formación de centro derecha, alejada de maximalismos, plenamente integrada en el hecho autonómico y que defiende sin ambages la Constitución y, por lo tanto, la plena democracia española y sus libertades. Presenta, además, un candidato, Javier de Andrés, de larga trayectoria política, que ha demostrado solvencia en la gestión de los asuntos públicos en Álava y que conoce el precio de la libertad.

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