Un grupo de nueve comunidades autónomas ―siete de ellas gobernadas por el PP― se ha lanzado a implantar, con diferente grado de ambición, la gratuidad de la enseñanza del ciclo de 0-3 años con planes que incluyen la subvención al 100% de plazas en escuelas infantiles privadas. La idea puede parecer buena, a primera vista, para desarrollar con rapidez una etapa que, pese a la drástica caída de la natalidad de los últimos años, está experimentando un crecimiento histórico. Sin embargo, los expertos advierten de que la estrategia esconde un grave problema de equidad social, ya que beneficia sobre todo a las clases media y altas, cuyos hijos ya están sobrerrepresentados en el primer ciclo de la educación infantil y ahora seguirán haciéndolo sin coste.