Uno detrás de otro, los agentes de la Guardia Civil que han declarado este viernes en el juicio por el llamado caso Erial que su experiencia en la investigación de otros casos de corrupción les ha llevado a saber que la unión de “adjudicaciones públicas” y “sociedades en Luxemburgo” son síntomas de una operativa de mordidas y blanqueo. Uno detrás de otro, la defensa del expresidente de la Generalitat Valenciana y exministro Eduardo Zaplana ha tratado de desacreditar su trabajo, los registros en domicilios y despachos y la incautación de documentos.