La fortaleza árabe más grande e impresionante de Europa se encuentra en un pequeño pueblo de España

La fortaleza árabe más grande e impresionante de Europa se encuentra en un pequeño pueblo de España

Los árabes estuvieron durante ocho siglos en España, lo que provocó, entre otras cosas, que tuvieran mucha influencia, sobre todo en lo que tiene que ver con el patrimonio. Para conquistar este territorio tuvieron que realizar muchas edificaciones defensivas, con el objetivo de que no se vieran atacados por los residentes de esas zonas. Las principales construcciones fueron las fortalezas, que fueron repitiendo a lo largo de todo el territorio europeo, según iban ganando territorios. Con el paso del tiempo muchas de ellas se han ido perdiendo, pero la más grande e impresionante del momento se encuentra en un pequeño pueblo de España, más concretamente en la localidad soriana de Gormaz.

El Castillo fue el más temido del Al-Andalus durante la cristiandad, por su situación geográfica y por todas las luchas sanguinarias, que se produjeron en él. Tal es así que los historiadores la califican como la mayor construcción defensiva de la
Baja Edad Media en Europa.

 

Probablemente el origen de este asentamiento, que alcanzó un
gran poder en el Medievo, tenga relación con la existencia de un vado, un paso
natural, sobre el Duero cuando este río fue frontera entre los reinos
peninsulares. Desde lo alto del cerro, en la primitiva fortaleza, la vigilancia
sobre el vado y el territorio garantizaba el control de la zona. Fue del
Califato y de Castilla en alternancia según dominio y conquista. Fue levantada en la segunda mitad del siglo X por el general
Galib sobre un castillo anterior cuando Medinaceli era bastión en Marca Media,
frontera entre Al Andalus y Castilla.

La fortaleza se convirtió en pieza clave de la defensa
musulmana contra los reinos cristianos del norte y contribuyó a mantenerlos
alejados de Medinaceli. Su situación y sus excelentes condiciones de
visibilidad permitían controlar una de las rutas de acceso hacia el norte y el
río Duero y fue una de las posiciones estratégicas más codiciadas por
musulmanes y cristianos durante los siglos IX y X.

 

Desde este momento es codiciada por ambos bandos y su
posesión será una de las principales estrategias para la conquista y dominio
efectivo del territorio. Uno de sus alcaides fue Almanzor. Obtuvo ese cargo
después de recuperarla de manos cristianas en el 983. Es muy probable que desde
el castillo de Gormaz el caudillo árabe organizará alguna de sus muchas y
famosas campañas victoriosas contra los cristianos.

Fernando I la conquista y queda bajo dominio cristiano
definitivamente desde el 1060. Poco después, en 1087, será alcaide de la
fortaleza uno de los personajes castellanos más populares de la Edad Media, el
Cid Campeador. Conforme avanzan los cristianos, y por tanto la frontera se
sitúa más al sur, la fortaleza perderá su importancia estratégica y poco a poco
será abandonada y destinada a otros fines no militares. Así, durante la época
de los Reyes Católicos es una cárcel.

 

El Castillo tiene forma irregular muy alargada, adaptada a
la plataforma del cerro en que se asienta. Se desarrolla en dirección
este-oeste con más de 380 metros de frente, mientras su dimensión máxima
norte-sur no sobrepasa los 63 metros en el punto de mayor anchura llegando a
tan sólo 17 en el lugar más estrecho.

Sus murallas están reforzadas con 27 torres, casi la
totalidad macizas, que presentan muy poco saliente respecto de los lienzos,
como suele ser habitual en las fortificaciones primitivas islámicas de la
Península. En gran parte del castillo existen evidencias de una fortaleza
anterior, de iguales dimensiones y trazado. De la primera construcción apenas
quedan restos.

En el recinto amurallado, de unos 1200 metros de perímetro,
446 de largo y 60 de ancho, con lienzos de 10 metros de altura, se asentaba la
tropa, las caballerizas, almacenes y una alberca o depósito abierto de planta
cuadrada de grandes dimensiones excavada en la roca.

El acceso principal al castillo siempre se hizo por el
frente sur, pues aparte de que la ladera es más suave por ese lado y el
soleamiento mayor, evitando hielos en el camino de subida, el puente que con él
comunica se encuentra en ese lado.

También se dice que al menos existen dos puertas en el
castillo califal, aunque incluso se ha apuntado la existencia de una tercera en
donde en época posterior se abrió la que hoy se usa como acceso habitual.
Existen además dos poternas abiertas hacia el norte, una prácticamente enfrente
de este último acceso y otra dentro del alcázar.

La puerta principal del castillo se abre en el lado sur, en
un frente de muralla de 16 metros. Construcción realizada en piedra labrada sin
refinamiento, dejando gruesas juntas que se rellenan con mortero de cal.

Otros atractivos de Gormaz

El Castillo es el principal atractivo de la zona, pero la
localidad soriana cuenta con otra serie de atractivos, entre los que destacan:

– El Puente Medieval sobre el río Duero: En su historia ha
sufrido cuantiosas restauraciones y reformas. En su momento fue una importante
frontera entre moros y cristianos, además de un paso muy importante para
acceder a las tierras del sur y viceversa, de ahí que fuera y sea una de las
puertas de Castilla

– Iglesia Nuestra Señora del Rivero: Templo de estilo
Románico construido en un altozano que domina toda la Ribera del Duero. La
construcción de la iglesia se inició en el siglo XII sobre las ruinas de otro
templo o, tal vez, como ampliación de éste. En el siglo XVI se incorpora a la
galería de la iglesia un arco sepulcral cobijado por un arco plateresco.

 

– Iglesia de San Miguel: Iglesia Románica construida en
1081, por lo que es lamás antigua, conservada, del románico soriano y uno de
los monumentos de mayor participación musulmana. Cuenta con una planta de una sola nave, rematada en ábside
semicircular, con presbiterio, galería a mediodía y torre, levantada
posteriormente. La construcción es de mampostería con sillería en los cantos.
Destaca su galería porticada, la primera construida en Soria. Consta de varios
arcos que se apoyan en columnas cuyos capiteles se hallan decorados
exóticamente. En ellos aparecen varios personajes con kaftanes y turbantes en
diferentes escenas.

– El Cubo de la Puerta de San Gregorio: De origen islámico
(siglo IX), situado también la calle mayor
mide nueve metros de altura y su diámetro llega a los cinco metros y
medio. Muy cerca de él se encuentra el Torreón, situado en la calle Posadillas,
formaba parte de la antigua muralla que cercaba la villa de San Esteban. Tenía
la función de vigilar las murallas para que los aldeanos estuvieran a salvo de
invasiones frecuentes.

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