La pandemia de covid, donde se vieron las enormes carencias productoras de Europa, y la guerra lanzada contra Ucrania por Rusia, a cuyo gas barato estaba enganchada, pusieron de relevancia las enormes dependencias de la Unión Europea de sus rivales geopolíticos. Ha sido una llamada de alerta. Y mientras ese vínculo hacia Moscú se ha visto enormemente debilitado por las sanciones impuestas al Kremlin, la UE está afilando sus armas económicas y comerciales para enfrentarse a la pujanza económica y tecnológica de China.