Las cuatro joyas desconocidas de Salamanca que recomienda National Geographic

Las cuatro joyas desconocidas de Salamanca que recomienda National Geographic

España es un país tradicionalmente universitario, ya que cuenta con un total de 86 instituciones de estas características, 56 públicas y 30 privadas, así como más de 1,7 millones de estudiantes. Los estudiantes de Grado representan el 78,6 por ciento de
los alumnos matriculados, los de Máster el 16,0 por ciento y los de Doctorado
el 5,4 por ciento, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Esto hace que muchas capitales sean consideradas como
ciudades universitarias, siendo la más impresionante la de Salamanca. Hasta el
punto que la prestigiosa revista National Geographic ha publicado un artículo sobre
los principales enclaves turísticos de la capital del Tormes.

Los orígenes de la capital salmantina se remontan a hace
unos 2700 años, durante la primera Edad de Hierro, cuando los primeros
pobladores de la ciudad se asentaron en el cerro de San Vicente, a la ribera
del Tormes. Desde entonces, la metrópoli ha sido testigo del paso de diversos
pueblos: vacceos, vetones, romanos, visigodos y musulmanes. Raimundo de
Borgoña, yerno del rey Alfonso VI de León, fue el encargado de repoblar la
ciudad durante el Medievo y asentar las bases de la Salamanca actual.

 

«Monumental, culta y divertida», así ha descrito National Geographic a Salamanca, antes de elaborar su lista de recomendaciones
para esta ciudad, en la que han destacado una fecha en concreto de su historia,
1218, el año en el que se funda la primera universidad del mundo hispano y una
de las cuatro del mundo occidental, momento desde el cual, la ciudad «no ha
hecho más que acrecentar su patrimonio artístico e intelectual».

Pues a partir de esa fecha vamos a descubrir esas joyas de la ciudad de Unamuno y
del Lazarillo de Tormes comenzando, como no podría ser de otra manera por la
Universidad. Fundada en 1218 por Alfonso IX de León sobre el germen de su
estudio general, y que fue la primera de Europa que ostentó el título de
universidad por real cédula de Alfonso X el Sabio con fecha de 9 de noviembre
de 1252 y por “la licentia ubique docendi del papa Alejandro IV de 1255”.

Durante la época en la que fue una de las universidades más
prestigiosas de Occidente se hizo popular la frase «Quod natura non dat,
Salmantica non præstat», «Lo que la naturaleza no da, Salamanca no presta». Salamanca está ligada a la historia universal por nombres propios como Antonio
de Nebrija, Cristóbal Colón, Fernando de Rojas, Francisco de Vitoria y la
Escuela de Salamanca, Fray Luis de León, Beatriz Galindo o Miguel de Unamuno.

 

Como curiosidad se debe mencionar la rana situada sobre una
calavera. Según la tradición, si el estudiante no logra ver la rana no
conseguirá aprobar. Ahora bien, en su origen la rana simbolizaba la lujuria que
conduce a la muerte al estar situada sobre la calavera y servía para que los
estudiantes no olvidaran que debían dedicar sus esfuerzos al estudio y no caer
en la lujuria.

El recorrido continúa por su la Plaza Mayor: Es una de las
más bellas plazas monumentales urbanas de Europa. Comenzó a construirse en 1729
a instancias del corregidor Rodrigo Caballero Llanes. El proyecto fue a cargo
del arquitecto Alberto de Churriguera, al que siguió su sobrino Manuel de Lara
Churriguera y fue finalizado por Andrés García de Quiñones en 1755.

 

Situada en el centro de la ciudad, forma un cuadrilátero
irregular soportalado, de tres pisos en cada fachada, presidido por el
Ayuntamiento. En el Pabellón Real destaca la efigie del rey Fernando III El
Santo y los medallones de las enjutas de sus arcos representan a monarcas
españoles. En el pabellón sur, o de San Martín en los medallones vemos a
ilustres militares o conquistadores, mientras que en el pabellón de petrineros
las figuras de los medallones son personajes de la cultura.

Hoy en día es el centro de la vida social de la ciudad y el
lugar de encuentros de sus habitantes, ya que en ella encontraremos numerosos
bares y terrazas. Ya años antes era el punto de encuentro habitual de
escritores y artistas.

– Puente Romano: Forma parte de la Vía de la Plata, que unía
Mérida con Astorga. Aunque su origen es romano, del siglo I d.C., tan solo son
de esta época los quince arcos más cercanos a la ciudad, sufriendo los otros
once varias reconstrucciones como consecuencia de las crecidas del Tormes.

 

A la entrada del mismo se encuentra el verraco celtíbero,
escultura granítica en forma de toro, testimonio de la cultura de los vettones,
pobladores prerromanos de la ciudad. El verraco es famoso también por la
referencia que a él se hace en una de las obras maestras de la literatura
española: “El Lazarillo de Tormes”. Tanto el toro como el puente
forman parte del escudo de la ciudad.

– Dos catedrales: Es una de las pocas capitales que cuenta
con dos catedrales. Una de ellas es la Catedral de Santa María más conocida
como Catedral Vieja, dedicada a Santa María de la Sede. Se empezó a construir
en el siglo XII y fue fundada por el obispo Jerónimo de Perigrod. La Catedral Vieja estuvo a punto de destruirse cuando se decidió
construir la Catedral Nueva pero la idea fue rechazada porque se necesitaba un
lugar de culto durante todo el tiempo que durara la obra.

De la fachada original poco queda puesto que fue tapada por
otra en el siglo XVII. Junto a ella dos torres una que quedo bajo la torre de
la Catedral Nueva y la otra que no se terminó y recibe el nombre de Torre
Mocha. Otro de los atractivos de este templo es el retablo principal del siglo
XV y el fresco que representa el Juicio Final.

 

La Catedral Nueva, adosada a la Vieja, se comenzó a
construir en 1513, inaugurándose en agosto de 1733. En la promoción inicial
intervinieron los Reyes Católicos, a petición del Cabildo Catedral, quien, con
los obispos sucesivos, actuó siempre como principal promotor.

Esta catedral fue construida durante los siglos XVI y XVIII
y en ella se aprecian los estilos gótico tardío, el renacentista así como el
barroco. En el siglo XV surge la idea de construir una nueva catedral debido al
gran aumento de la población, ello a causa en gran parte por las personas que
estudiaban en la Universidad de Salamanca. El cimborrio fue
levantado tras retomarse las obras después de haber estado paradas durante casi
todo el siglo XVII.

La catedral sufrió desperfectos por razón del terremoto de
Lisboa y es por ello que actualmente podemos observar el campanario forrado de
piedras y ligeramente inclinado hacia un lado. El terremoto también afecto a la
cúpula que fue sustituida por la que se puede ver actualmente.

 

En 1812 se derribaron una serie de casas y se creó la plaza
de Anaya quedando al descubierto la fachada norte de la catedral la cual está
poco ornamentada porque no estaba preparada para la exhibición puesto que la
fachada principal es otra que se encuentra en una calle estrecha de la ciudad.

Como curiosidad que muestra la seo, es el pequeño astronauta
situado en la puerta de Ramos frente al Palacio de Anaya.

– La Clerecía: Es el nombre que recibe el edificio del
antiguo Real Colegio del Espíritu Santo de la Compañía de
Jesús, construido en Salamanca entre los siglos XVII y XVIII. Es de estilo
barroco. Se diferencia el colegio, con un interesante claustro, y la iglesia,
con una impresionante fachada de tres cuerpos. El nombre de Clerecía se debe a
una denominación abreviada de su pertenencia a la Real Clerecía de San Marcos
tras la expulsión de los jesuitas de España.

Las obras comenzaron en 1617 bajo la protección de Margarita
de Austria, esposa de
Felipe III, al parecer como acto de desagravio a la orden por la prisión sufrida por su fundador, Ignacio de Loyola, por la Inquisición
en la torre mocha de la catedral de Salamanca. Finalizándose en 1754. La planta
general del edificio es obra de Juan Gómez de Mora.

 

Tras la expulsión de los Jesuitas de España, decretada por
Carlos III mediante la Pragmática Sanción de 1767, se entregó el edificio a la
Real Clerecía de San Marcos, con sede en la iglesia de San Marcos. Ésta,
posteriormente cedió el edificio (salvo el templo) a la Diócesis de Salamanca,
la cual instaló en él el Seminario de San Carlos.

En 1940, se crea la Universidad Pontificia de Salamanca
(UPSA), instituida por el papa Pío XII, y la Diócesis le entrega el edificio
como sede. Pese a que en esa entrega no se incluía el templo del Espíritu
Santo, la Universidad Pontificia suprimió el culto en él desde septiembre de
2012 para poder ser explotado turísticamente. Solo se permiten celebrar bodas
de antiguos alumnos y personas vinculadas con la Universidad Pontificia.

– La Casa de las Conchas: Se trata del monumento más
representativo de la época de los Reyes Católicos de arte civil. Construido a
finales del siglo XV, en esta casa se funden los restos góticos, moriscos e
italianos. Su fundador fue el Doctor Rodríguez Arias y su motivo ornamental lo
constituyen las conchas, símbolo de la Orden de Santiago, de la que era
canciller.

 

Las ventanas de los pisos altos son ornamentadas con
frontones de variadas arquerías góticas, mientras que las de los pisos
inferiores muestran algunos de los mejores ejemplos de rejería gótica de
España. Lo más llamativo del edificio lo encontramos en su fachada la cual
cuenta con más de 300 conchas que decoran todo el edificio así como blasones y
escudos y preciosas rejas que cubren las ventanas.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *