Los cielos cada vez están más vigilados en busca de posibles meteoritos peligrosos. Y también hay más y más objetos artificiales enviados desde la Tierra en forma de cohetes y los millares de satélites. Una combinación que termina por generar sustos y confusión, como ha sucedido este fin de semana en España. El viernes 29, un minuto antes de la medianoche, una luz surcó los cielos del este peninsular dejando a su paso algunos vídeos espectaculares. Cómo siempre ocurre con estos fogonazos, los especialistas de la Red Investigación Bólidos y Meteoritos (asociada al CSIC) se lanzaron a buscarle una explicación: “Nos decantamos por un misil balístico”, tuitearon a las 8.35 horas de la mañana del sábado 30. La prolongada trayectoria del objeto y la ausencia de ecos de desintegración de la roca espacial al chocar con la atmósfera hicieron pensar que era un artefacto de origen terrestre. A última hora del domingo, nuevos cálculos de la velocidad del bólido (como se denomina a esos fogonazos) descartan esa y otras opciones y señalan que seguramente se trató de un asteroide de trayectoria “altamente inusual”, en palabras del coordinador de la Red, el astrofísico Josep Maria Trigo: “Es un bólido en un millón”.
Ni un misil francés, ni un satélite de Elon Musk, fue “un bólido en un millón”
