Los grandes cambios suceden en las ciudades. En estos entornos urbanos, donde reside más de la mitad de la población mundial, se establecen núcleos de actividad económica y social. Sin embargo, también son la fuente de más del 70% de las emisiones relacionadas con el efecto invernadero. Específicamente, los edificios son responsables de un 36% de estas emisiones y representan el 40% del consumo energético en la Unión Europea (UE). Por lo tanto, fomentar soluciones inmobiliarias sostenibles y promover la rehabilitación energética de viviendas en las metrópolis son estrategias vitales en la lucha contra el cambio climático.