Olbia, exuberante naturaleza entre playas paradisíacas

Olbia, exuberante naturaleza entre playas paradisíacas

Con la llegada de mayo elegir un destino de viaje de cara al verano se viene a la mente. Principalmente se piensa en lugares paradisiacos, donde el sol brille con fuerza, aguas cristalinas inviten a bañarse y una brisa marina acaricie la piel. El destino de hoy ofrece todo eso y mucho más: Olbia, una de las ciudades más emblemáticas de Cerdeña.

Olbia es una de las joyas de Cerdeña, así como una maravillosa puerta de entrada para descubrir esta isla italiana conocida por sus paradisíacas playas y naturaleza exuberante. No en vano esta urbe sarda está en la lista de imprescindibles de muchos viajeros. Por otro lado, hay que decir que en verano es aún más hermosa, cuando los colores del mar y de su interior están en su máximo esplendor. Sin duda, Olbia puede ser perfecta para unas vacaciones estivales.

El corazón de Olbia late con la energía de su casco antiguo, donde las callejuelas empedradas serpentean entre edificios históricos y plazas animadas. Aquí, uno puede sumergirse en la historia de la ciudad visitando sitios como el Museo Arqueológico, que alberga una impresionante colección de artefactos que datan de diferentes épocas, centrándose en los periodos fenicio, griego, púnico y romano. Está construido en un pequeño islote y también expone mástiles y ruedas de barcos de la época romana. La entrada es gratuita. Enfrente de este museo, se puede subir a una impresionante noria, merece la pena por las maravillosas vistas al mar que regala.

Otro de los puntos destacados de Olbia es la Basílica de San Simplicio, una iglesia que data de la época medieval y que se alza majestuosamente en el centro de la ciudad. Además, alberga varias obras de arte en el interior y una enorme necrópolis con uno 450 cuerpos de mártires. Como dato, dentro de tan solo siete días comienza la Fiesta de San Simplicio, una de las citas anuales más importantes de esta ciudad.

Para aquellos que buscan una experiencia gastronómica auténtica, Olbia tampoco decepciona. Los restaurantes y trattorias locales repartidos por toda la ciudad sirven delicias culinarias sardas, desde platos de pasta fresca hasta mariscos de calidad recién capturados en el Mediterráneo. Uno de los manjares por excelencia son los «culurgiones», una especialidad de pasta rellena típica de la región, ¡una auténtica exquisitez!

En los alrededores de Olbia los amantes de la naturaleza también encontrarán lugares a los que ir. Uno de ellos es el Castillo de Pedres, al que puede llegar en una ruta de senderismo, ya que está a menos de ocho kilómetros del centro de la ciudad. Las ruinas de este antiguo castillo medieval, con origen en el siglo XIII, se erigen en lo alto de una colina, ofreciendo vistas panorámicas del paisaje circundante y del mar Mediterráneo. Un buen recuerdo antes de despedirse de la ciudad sarda, no sin antes ver la cercana Tumba de los Gigantes de Su Mont’e S’Abe, una construcción megalítica prehistórica de corte funerario que guarda un gran significado histórico.

Las paradisíacas playas de la Costa Esmeralda

Por su situación estratégica, Olbia resulta, además, el refugio perfecto para todos aquellos viajeros que quieren descubrir las playas de esta zona de Cerdeña conocida como la Costa Esmeralda, cuyo nombre hace referencia a las aguas cristalinas y turquesas que la bañan, creando un escenario de ensueño y un verdadero edén para los amantes del sol, el mar y la arena blanca. En este sentido, una ruta por las playas de esta costa resulta más que idóneo.

Si se va desde el norte de la isla hasta más al sur, sin alejarse demasiado de Olbia, la playa del Príncipe sería un magnífico comienzo. Se le conoce así por ser la favorita del príncipe ismaelita Karim Aga Khan, y es que su belleza nada tiene que envidiar a las famosas playas del Caribe. Sus aguas son poco profundas y claras, por lo que es ideal para niños y para practicar snorkel.

Imprescindible es también la playa Rena Bianca, una maravillosa playa urbana de Santa Teresa Gallura. Esta cala enclavada entre rocas de granito, con aguas poco profundas y suave arena blanca, es un símbolo de la belleza natural que reina en Cerdeña. Aquí es muy recomendado disfrutar del citado municipio, un pintoresco pueblo costero que conserva su encanto tradicional y ofrece una amplia gama de restaurantes, tiendas y actividades de ocio.

En la Costa Esmeralda, y un poquito más al sur, paradas obligadas son la playa Pittulongu, la de Portana Istana Beach y la de Brandinchi Beach. Esta última merece una mención especial. Se encuentra frente a la zona marina protegida de Tavolara y está reconocida por ser una de las playas más evocadoras y vírgenes de la isla. Su arena, de un blanco tan intenso que deslumbra a la vista, contrasta con el azul turquesa de sus aguas.

Estas son solo algunas de las muchas playas que adornan la Costa Esmeralda, cada una con su propio encanto y belleza única. Desde Olbia, se tiene un fácil acceso a este paraíso costero, algo más que suma a su encanto.

Teniendo en cuenta que según numerosos estudios, uno de los factores más importantes para decidir dónde ir de viaje son las sensaciones que un destino provoca aun sin conocerlo, y que sin duda alguna una descripción de Olbia evoca a mar, playa y bonitos días de verano, ¿no cree que es perfecta para sus próximas vacaciones o escapada veraniega?

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