Óscar Pereiro: “No iba a la farmacia a comprar medicamentos para mi hijo porque tenía miedo de que alguien me viera”

Óscar Pereiro: “No iba a la farmacia a comprar medicamentos para mi hijo porque tenía miedo de que alguien me viera”

Óscar Pereiro (Mos, 1977) hace tiempo que se había olvidado de la aventura de correr la Titan Desert. Han pasado nueve años desde la última vez y ahora ha regresado con menos ambición y el único afán de divertirse. En el recuerdo, aquel Tour que ganó en 2006 y que durante mucho tiempo fue más una carga que un premio.

¿Cómo es correr la Titan Desert?

Esto es una tortura como si te fueran cortando los dedos de los pies centímetro a centímetro. Es una aventura, una experiencia diferente. Desde que llegas aquí y aterrizas en el campamento da igual quién eres, si tienes o no dinero. Estamos todos en las mismas condiciones, dormimos en las mismas jaimas. Son condiciones a las que hay que acostumbrarse. Eso hace que esta carrera sea especial. Cuando dan el banderazo de salida ya sabes que vas a sufrir en bicicleta porque el terreno es muy duro. Y estás con la incertidumbre de si vas bien o te has equivocado de camino. Es un rollo diferente y que vienes, pasan unos años, te olvidas de las torturas y vuelves otra vez. Pero tengo muy buena memoria como para que me engañen dos años seguidos.

Hacía mucho tiempo que no participaba en esta carrera.

A todo el mundo que monta en MTB le aconsejo que vengan a vivir una experiencia así. He competido a nivel profesional muchos años pero esto te ayuda a saber dónde tienes el límite mental. En las etapas del Atlas puedes orientarte, pero cuando bajas al desierto puro y duro no tienes referencias ni caminos, tú decides por dónde ir. Vas durante kilómetros y kilómetros por un paisaje que parece que no te mueves de sitio. Psicológicamente te hace muy fuerte.

¿Estas aventuras enganchan?

Sí, yo necesito un objetivo para poder motivarme y salir cada día. Me gusta la bici pero a veces me falta la constancia de montar más a menudo si no tengo un objetivo. Estos retos me ayudan a tener motivación

¿Cuál es su objetivo?

Pasarlo bien. No llevo ni 3.000 km desde enero, intento combinarlo con correr a pie y no he montado mucho en bici. Tengo una condición para poder hacerla sin sufrir mucho. Creo que cada día iré un poco mejor.

¿Cuánto influye Juan Carlos Unzué, la lucha contra la ELA y la aportación que hace el equipo Kosner Saltoki para estar aquí?

Evidentemente es un plus. Una vez que ya estaba involucrado me dicen que tienen esta idea, me entero después pero es mucho más guapo venir con ese objetivo. Que venga Miguel [Indurain] ayuda mucho. A nivel mediático, con Pruden, con Chavanel y con Luisle, que anda como un demonio, le damos visibilidad y también es bonito para la gente que trabaja en la empresa.ç

[[QUOTE:PULL|||”La bici me lo ha dado todo en la vida y sigo viviendo de la bici. No la puedo odiar jamás”]]

Lleva un tatuaje en los dedos en el que se lee bike al estilo de los de Robert Mitchum en “La noche del Cazador”, Amor y Odio. ¿Es una mezcla de esos dos sentimientos?

A mí la bici me lo ha dado todo en la vida y sigo viviendo de la bici. No la puedo odiar jamás. Mi padre a veces me dice que podría haber sido futbolista profesional, pero yo no me arrepiento del momento en que tuve que elegir fútbol o ciclismo. Además de los años que he sido profesional, la enseñanza para la vida que me ha dado la bicicleta no me la hubiera dado otro deporte. El conocer tus límites, el sacrificio que eres capaz de hacer sin que nadie te esté vigilando, el saber superarte, la fuerza mental que te da. Yo lo veo en el día a día, cuando hay un problema enseguida intento solucionarlo, creo que eso me lo ha dado la bicicleta. Tengo muchos tatuajes de bici, el Tour de 2006 con la dirección hacia París, Galicia, las coordenadas de la casa de mis padres, donde nací, la carretera del Agnello donde me caí, con un ojo vivo y otro muerto porque podía haber muerto ahí. Me falta uno de mi hijo pequeño.

¿Para los que se acaban de retirar, como Luisle o Valverde, correr estas pruebas facilita su transición hacia la vida sin el ciclismo?

Yo si me hubiera retirado ahora, hubiera hecho lo mismo que ellos. Cuando yo lo dejé, el ciclismo estaba hecho una mierda, yo me retiré aburrido de la bici, con la sensación de que era un yonki, y de que por mucho que me entrenara o me cuidase, para la gente no dejaba de serlo. Y que todo lo que hacía, era por doparme. Acabé cansado de la bici. Sentía que todo el mundo me miraba, como que ser ciclista era algo malo. Recuerdo cuando en el instituto los profesores se enteraban de que montaba en bici, me decían que era un deporte de héroes. Pasas de eso a ser un mierda. Yo no iba a la farmacia a comprarle medicamentos a mi hijo porque tenía miedo que alguien me viera comprando algo. Mira hasta el punto de locura que tienes. Luisle y Alejandro se han retirado en un momento que el ciclismo está bien, mucho más limpio y mejor visto. Yo dejé de montar en bici y me puse a jugar al fútbol en el Coruxo. No quería montar en bici. A mí me surgió lo del fútbol y creo que cuando paras necesitas seguir haciendo algo, primero porque el corazón tiene unas paredes gordísimas, aún te late muy despacio por la condición que tienes, y hay que hacerlo más pequeño.

¿Ese nivel de sospecha en el ciclismo ha desaparecido?

El ciclismo siempre va a estar relacionado con esto, pero no estamos en el punto de aquellos años. Aparte del dopaje, yo también viví una época final en la que si los motores también. Hay gente que hereda esa información, esas noticias que eran reales. Yo creo que el ciclismo estuvo mal visto porque nosotros contribuimos a que estuviera mal visto. Pero creo que la herencia, poco a poco, fue desplazándose a otra parte. Ahora el espectador disfruta de la bici sin pensar en lo que pueda o no haber detrás y eso es mucho mejor.

[[QUOTE:PULL|||”Sigo admirando a Arstromg porque le he visto hacer cosas que no haces sólo por tomar un medicamento” ]]

Aún así hay sospecha

El ciclismo y la sospecha por el dopaje va a existir siempre. Tienes que ser mentalmente muy fuerte para aguantar esas sospechas. A mí me afectaba mucho, me afectaba lo mío y lo de los demás. Como si el ciclismo en general estaba sobre mi mochila. Me fatigaba. Me acuerdo de Armstrong, que salió de su boca que se había dopado y no hay más. Pero yo lo sigo admirando porque he visto cosas en él, dopaje aparte, que eso no lo hace una persona sólo por haber tomado un medicamento. Un mes antes del Tour 2004 nos fuimos a probar material para la cronoescalada que iba a haber en Alpe d’Huez. Yo corría en Phonak, estábamos a pie de puerto y hacía frío, llovía…íbamos a subirlo tres veces. Yo subí una vez, llegué arriba y me cambié y no más. Ese día vi a Armstrong subirlo cuatro veces. Me parece increíble la fortaleza que hay que tener. Lo que quiero decir es que si yo me hubiera metido lo que él no hubiera ganado siete Tours. No estoy justificando la trampa, que todo aquel que hace trampa tiene que pagar.

¿Cree que le pesó ser el primero en ganar un Tour después de Armstrong y el primero en el que descalifican al ganador, que fue Landis?

A mí lo único que me perjudica es que Landis da positivo. Yo era tan feliz siendo segundo. Aquel Tour cuando empezó era un cementerio por la operación Puerto, con gente que se iba para casa. Pero luego transcurrió de una manera que en diez días la gente se había olvidado de eso. Había pájaras, cambio de líder prácticamente cada día. A nivel deportivo, la gente se volvió a creer que el ciclismo era humano. Yo cuando vuelvo a Galicia y había conseguido algo que jamás en la vida podría imaginar que iba a conseguir. Sabía que podría luchar por estar entre los diez primeros, pero para estar del quinto al primero hay que ser un corredor con unas características que yo no tenía, hay que ser el mejor. Yo sabía que era la oportunidad de mi vida por cómo transcurrió la escapada y era el tío más feliz del mundo. Hacer segundo en el Tour jamás lo hubiera imaginado. Se hubiera hecho millonario el tío que apostara que yo ganaba el Tour de Francia. Cuando me dijeron que dio positivo Landis lo primero que pensé fue “me cago en mi puta madre”. Estábamos otra vez en la mierda. El Tour había pasado de estar en la mierda a ser la hostia y a volver a estar en la mierda. A mí no me visten de amarillo antes, por la sospecha. Lo sé, porque nuestro patrocinador era un banco francés y tenía mucho interés en que a mí me vistieran de amarillo. Y no me vistieron hasta que saliera todo lo de la operación Puerto, etc.

Pasa de eso a ser embajador de la Vuelta. ¿Eso qué significa?

Significa seguir relacionado con la bici. Llevaba mucho tiempo haciendo cosas con marcas de bici y relacionadas con el mundo del ciclismo y hace años hablando con Javier Guillén me dijo que querían alguien para solucionar el lío de quitar las azafatas y la verdad es que lo disfruto mucho. Si no hubieran quitado las azafatas probablemente estaría en la Vuelta como embajador, pero no de la misma manera.

Ahora ya sí ha superado esa carga de la sospecha.

He reciclado mi cabeza. Podía haber alargado cuatro o cinco años más mi carrera, sin estar al máximo nivel porque vas bajando poco a poco, haciendo de gregario y demás. Pero levantarte cada mañana sin ganas de entrenar es muy complicado. He conseguido limpiar eso, el por qué me retiré, por qué no lo alargó un poco más. Soy capaz de ver una carrera y disfrutarla, no sentir ese ambiente que sentía en ese momento.

¿No le dan envidia los ciclistas que se retiran ahora?

Sí, claro. Envidia sana. Me hubiera gustado planificar mi despedida pero me hizo ‘clack’ la cabeza un invierno y se acabó. No podía seguir porque al final iba a acabar enfermando y no quería. Me hubiera encantado retirarme como Purito, por ejemplo, en los Juegos Olímpicos.

¿Esa era la intención al irse a Astana para ayudar a Contador?

La idea era un poco esa, pero salir a entrenar sentía que ya era mi trabajo, no mi pasión. Y si es así, en el momento de sufrimiento que es cuando uno tiene que sacar la motivación, la había perdido. En el momento que tienes que pasar hambre, que yo sabía que para estar en el Tour bien tenía que estar por debajo de 67 kilos, tenía que pasar mucha hambre. Para pasar mucha hambre tenía que estar muy motivado. Ya no conseguía llegar y no caminaba como debía caminar.

[[QUOTE:PULL|||”Carlos Rodríguez es como Indurain y Ayuso es como Contador”]]

¿Y ahora cómo ves el futuro del ciclismo español?

Carlos Rodríguez acaba de ganar en Romandía y Ayuso en País Vasco. Necesitábamos esto. Pensábamos en Mikel Landa, en Enric Mas, pero estos sí son una apuesta real. La desgracia que hemos tenido en País Vasco con la caída abre las opciones. Pogacar y Vingegaard están por encima del resto y si los dos salen en el Tour el resto está para intentar hacer tercero. Pero no descartaría que un corredor como Carlos esté disputando el Tour. Lo digo de verdad porque Pogacar es humano, no ha tenido caídas, no ha tenido pinchazos y eso algún día puede pasar.

¿Lo ve por encima de Ayuso?

Es que Ayuso está con Pogacar. Son diferentes, son muy buenos los dos. Yo he preguntado a gente que los ha tenido a los dos y me dicen que Carlos es Miguel Indurain: planificación, sus cuatro palabras y concentración máxima y Ayuso es más Perico, más extrovertido. O más Contador. No estoy diciendo por el nivel todavía, pero sí que corre con el corazón. A Carlos lo veo más máquina. Ayuso tiene condiciones de ganar el Tour, pero hay que ver.

¿Y Enric Mas?

Creo que si consigue ganar una Vuelta grande de aquí en adelante va a sorprendernos a todos. Todos considerábamos que en su momento iba a ser el español que la ganaría, pero en las grandes vueltas es un muy buen corredor pero le falta algo para ganar. Ha perdido en crono, que es algo que tenía en Quick Step. Ya no hace tan buenas cronos. En montaña es bueno, pero no es el mejor y después, a mí me hubiera gustado ver un Enric con menos miedo a atacar. Yo en el Tour de Francia hice cuatro veces entre los diez primeros porque sabía que eran mejores que yo 15 tíos. Si son mejores que yo, yo no voy a esperar a rueda de ellos todos los días porque voy a llegar a meta el 15. Tendré que hacer una táctica diferente. Enric en el mano a mano todos sabemos que es muy bueno, pero no le va a ganar a Pogacar. Tienes que correr de una forma diferente para intentar ganar una carrera. Yo no le veo esa decisión de pensar en jugársela. La etapa de Mos de la Vuelta hace dos años la tenía que haber ganado él, pero no a falta de un kilómetro a meta. Tiene que ser antes, porque va a tener un margen al no estar tan vigilado. Me hubiera gustado ver un Enric Mas con el desparpajo que tiene Ayuso, sin miedo a reventar y al ataque. Creo que tiene un motor tremendo y anda muchísimo. Igual ahora que tenemos a Ayuso y a Carlos pierde presión y le empezamos a ver más suelto en las vueltas grandes. Me encantaría ver un Enric Mas al ataque, sin miedo a reventar.

[[QUOTE:PULL|||”Pogacar tiene la oportunidad de ser el primero que gane las tres grandes el mismo año”]]

¿Ve a Vingegaard llegando al Tour?

No. Y lo que no sé es si se va a atrever, si se recupera, es a ir sabiendo que está en inferioridad. Él no tira balas de fogueo. Yo creo que no va a llegar, y si no va a llegar para ganar, no debería estar.

¿Y se ve poniéndole el maillot rojo en el podio de Madrid?

¿Por qué no? Si no hace el Tour, es el favorito número 1 de la Vuelta. Y vamos a ver si Pogacar, ganando el Giro y el Tour, con el equipo que tiene no debería ser muy duro y tiene en su mano la opción de ganar las tres grandes en un año. Veo un Tour donde por ser tan superior, puede que lo gane sin exprimirse al cien por cien y eso le haría llegar bien a la Vuelta si decide hacerla.

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