El candidato de Junts a la presidencia de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha reaparecido en la campaña electoral tras estar dos días ausente por la muerte de su madre calificando de “numerito” y “farsa” el amago de dimisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y cuestionando que el mismo partido que creó los GAL y se dedicó a la “corrupción”, el PSOE, sea capaz de regenerar un país, tal y como anunció que intentaría su líder.
El expresident se retrotrajo durante un mitin en la localidad francesa de Argelès-sur-mer (Francia) a los tiempos de Felipe González y Alfonso Guerra para ironizar con un “¡manos a la cartera!” sobre la capacidad de los socialistas para cambiar ningún aspecto de España, sobre la que dijo en un feroz ataque que “está carcomida por dentro”.
Calificó también de “querella de pacotilla” la acción judicial de Manos Limpias que ha llevado a abrir diligencias contra la mujer del presidente, Begoña Gómez, por supuesto tráfico de influencias y corrupción en negocios.
Bajo el parecer del dirigente independentista prófugo, la intención oculta detrás del periodo de “reflexión” de Sánchez y su posterior anuncio de que permanece en La Moncloa era una estrategia electoral para movilizar el voto hacia el PSC en detrimento de las fuerzas secesionistas catalanas.
Por ello, ha defendido dirigiéndose a su electorado que si el candidato de los socialistas catalanes, Salvador Illa, gana las autonómicas del próximo 12 de mayo, “los catalanes seguirán siendo tratados como ciudadanos de segunda” ya que, acusó, el exministro pondrá en todo momento los intereses de Ferraz y Sánchez por delante.
“O avanzamos como país y como nación o reculamos como región y nos hundimos con esta España que no se levanta, que siempre busca cómo aguar las ilusiones de los catalanes. No hay más”, reivindicó como punto final de su discurso el líder de Junts.
