Las lluvias torrenciales que ayer y hoy han caído en los Emiratos Árabes Unidos han dejado una serie de escenas sorprendentes en un país con
un clima desértico y temperaturas que en verano llegan a superar los 50
grados. La actividad en la capital, Dubái, se paralizó, el tráfico
dejó de circular por las calles anegadas y el Aeropuerto Internacional de Dubái
tuvo que cerrar.
El fenómeno meteorológico, sin embargo, no fue completamente
natural sino el resultado de la siembra de nubes llevada a cabo por el Centro
Nacional de Meteorología, NCM por sus siglas en inglés, en los días
previos.
Según informa Bloomberg, el NCM la llevó a cabo entre el
domingo y el lunes para aprovechar las formaciones de nubes convectivas que
se habían producido. “Para cualquier nube que sea adecuada en los EAU, se
realiza la operación”, ha afirmado el meteorólogo Ahmed Habib al medio.
La siembra de nubes existe desde hace varias décadas y
consiste en agregar ciertas sustancias o químicos, como el yoduro de plata,
a las nubes existentes para inducir lluvia. En Estados Unidos, hay ocho
estados que la realizan y existen empresas como Weather Modification Inc. que
ofrecen este tipo de servicio. El principal riesgo de estos métodos es el
efecto de las partículas utilizadas cuando caen sobre las personas, los
cultivos y el agua potable.
Cómo siembra EAU las nubes usando drones
Los EAU, un país en el que la media de precipitaciones no
llega a los 100 mililitros, han invertido más de 15 millones de dólares en
un total de 9 proyectos para obtener lluvia desde 2017. Los 8 primeros
han usado métodos tradicionales de siembra de nubes, pero el último de ellos,
iniciado hace más de dos años, toma un enfoque diferente.
En lugar de dispersar partículas como se hace en la siembra
de nubes tradicional, se utilizan drones especializados, diseñados por científicos
de la Universidad de Reading en el Reino Unido, que están equipados con una
carga útil de instrumentos de emisión eléctrica y sensores personalizados.
Vuelan a baja altitud para cargar las nubes de electricidad usando
láseres concentrados. De esta manera, se fuerza a las gotas de agua a
agruparse creando gotas más grandes y precipitando la lluvia. Es,
básicamente, electrocutar a las nubes y los efectos a la vista están.
