El Ministerio de Sanidad se plantea un cambio que revolucionaría la política farmacéutica tal y como ha funcionado en España durante las dos últimas décadas: permitir la competencia de precio entre medicamentos para que los genéricos (y también los biosimilares) puedan venderse en las farmacias algo más baratos que los equivalentes de marca. El objetivo de la medida, que entraría en la reforma en marcha de la Ley de Garantías del Medicamento, es dar un impulso a los genéricos, que llevan una década estancados en cuanto a cuota de mercado.