Esta es la primera entrevista que Sara Torres hace sobre su segunda novela, La seducción (Reservoir Books) y el discurso aún está fresco, huele a nuevo. Ella dice que piensa mientras habla, que aún no le ha dado tiempo a reflexionar, pero nada en su relato luce improvisado, sus palabras parecen venir de una larga maduración en uno de los idílicos espacios que le son propios: masías soleadas, hoteles solitarios, bibliotecas con molduras en el techo y grandes ventanales. No estoy en posición de confirmar si los lugares en los que se mueve Sara Torres son su ecosistema natural o solo una escenografía diseñada para dar un bello espectáculo a las lesbianas que la observamos, leemos y escuchamos con fascinación. La escritora es un vector que orienta, desde varios frentes, a su comunidad. Lo hace con responsabilidad desde la academia —se doctoró en la Universidad Queen Mary de Londres con la tesis El texto lesbiano: Fantasía, fetiche y devenires queer—, también desde el disfrute literario —cultiva una literatura del yo que explora las zonas liminales entre amantes y amigas, el roce entre la monogamia serial y todas las demás formas de vincularse, el cuerpo como un interlocutor cambiante—. Y desde hace poco hasta se ha convertido en asesora directa de nuestros problemas, respondiendo dudas como una Elena Francis moderna, buena y queer en el consultorio que tiene en elDiario.es
Estilismo
Paula Delgado
Maquillaje y peluquería
Paola García (One-off Artists para Chanel)