Un 3% de los alumnos españoles tiene algún tipo de intolerancia alimentaria. Y seis de cada 1.000 tiene alergia a dos o más alimentos. Las frutas, los huevos y los lácteos son los tres alérgenos más comunes, ya que concentran cerca del 50% de las alergias alimenticias de los menús escolares.
Estas son algunas de las conclusiones del «IV Observatorio Mediterránea del Comedor Escolar», elaborado por Mediterránea Group, compañía dedicada a la restauración, junto a la Asociación ATX Elkartea.
En el caso de las frutas, este informe avanzado a este suplemento refleja que los frutos rojos (40%), los melocotones (12,8%) y los kiwis (12%) son los que más alergias producen. Los plátanos, el melón y la sandía son, con un 5, un 4,8 y un 3%, las tres frutas siguientes que más alergia producen a tenor de los menús escolares.
Pero es que un 7,4% de los casos de esta categoría se corresponden con la alergia general a la fruta. En el caso de las legumbres, el 36,7% de los alumnos que tiene alergia a algún alimento de esta categoría se trata de personas con alergias genéricas a las legumbres.
Y es que entre los escolares con algún tipo de alergia alimentaria, el 22% padece alergia a dos o más alimentos y el 11% a tres o más, tal y como refleja este informe para el que se han analizado los datos de los 11,85 millones de comidas que Mediterránea Group dio a 67.000 alumnos en 400 colegios en España durante el curso 2022-2023.
La realidad de las multialergias, amplificada por la reactividad cruzada, constituye un desafío, ya que puede llevar a reacciones con otros alérgenos aparentemente no relacionados. Por ejemplo, la alergia por reactividad cruzada se produce cuando el sistema inmunitario del organismo identifica las proteínas de una sustancia (por ejemplo, el polen) y las proteínas de otra (por ejemplo, la fruta) como similares. Por eso, según la asociación, se necesita más investigación, máxime cuando va en aumento: un 7% más en 2023 que en 2022.
«Las alergias, y especialmente la reactividad cruzada, representan un reto creciente para las familias y los profesionales de la salud. Es fundamental que haya una estrecha colaboración entre familias y profesionales para que mejoraremos los diagnósticos y desarrollaremos estrategias de manejo», afirma Xabier Munioitz, presidente de la Asociación ATX Elkartea.
Según datos de esta asociación, la prevalencia de las alergias constituye un desafío para la salud de tres de cada diez personas, lo que supone unos 15 millones de españoles afectados. Una cifra que incluye las alergias alimentarias y las ambientales, como ocurre con la alergia al polen, una situación que se ve intensificada por el cambio climático o la contaminación.
A esta realidad hay que sumar la que viven aquellas personas que, además de una alergia alimentaria, sufren asma y también dermatitis atópica. Es lo que la asociación ha acuñado como el «Triángulo de las Alergias».
En cuanto a los menús especiales no alérgicos, el informe destaca un aumento de las comidas con modificación de la textura de los alimentos para adaptarlos a las patologías relacionadas con dificultades en la masticación, como es la disfagia o la deglución atípica. Y ya suponen una de cada mil comidas servidas, representando el 12% de los menús especiales no alérgicos.
A su vez, se dan ya más menús para alumnos con dieta vegetariana (3,7%) y vegana (1,3%) que para diabéticos, un 5% frente a un 4,2%. En estos últimos casos, la compañía líder español de servicios globales de restauración colectiva, cuantifica y especifica en cada menú la cantidad exacta de hidratos a consumir por el alumno.
«Los menús de los comedores escolares se diseñan primando el equilibrio nutricional para garantizar la salud y correcto crecimiento de los jóvenes. La capacidad de adaptación y la flexibilidad son cruciales para atender a las necesidades específicas de los usuarios», explica Rocío Royo, directora de Nutrición y Dietética de Mediterránea Group.
