En AVE se tarda dos horas y media en llegar desde Madrid a Sevilla. En coche, por la A-4, el viaje directo supera las cinco horas. O los 10 días, si uno decide pararse en otros tantos lugares importantes que se encuentran por el camino para ver palacios, molinos de viento, castillos y linces. Esto es baja velocidad española. Esto es vida.