Vacuna contra el Virus del Nilo: una prioridad en Europa

Vacuna contra el Virus del Nilo: una prioridad en Europa

Los mosquitos, la criatura más mortífera del mundo –las enfermedades que transmiten matan cada año a un millón de personas, según el World Mosquito Program– ya no solo son un problema en las regiones tropicales y subtropicales del mundo. Como consecuencia del cambio climático, los mosquitos están conquistando también el hemisferio norte, donde los episodios climáticos extremos de calor y precipitaciones están creando entornos favorables para la adaptación de estos insectos.

En España empezaron a tomarse en serio hace apenas cuatro años, en 2020, cuando tuvo lugar el mayor brote del virus del Nilo Occidental (VNO), una enfermedad transmitida por el mosquito común (Cullex spp.), que normalmente causa afectaciones leves, pero que en un 20% de los casos se puede complicar, provocando incluso encefalitis, y en el 1% de los casos el fallecimiento.

En 2020 se notificaron 76 casos de VNO, la mayoría en Andalucía, y siete víctimas mortales. A partir de aquello, la Junta inició un ambicioso protocolo de actuación que ha logrado reducir la incidencia: en 2021 se notificaron seis casos, en 2022 solo dos y en 2023 otros dos. No obstante, la incidencia ha vuelto a dispararse. En lo que va de año, ya son 30 los positivos y tres las víctimas mortales.

Los vecinos de las zonas afectadas, la mayoría en la cuenca del Guadalquivir, temen un escenario como el de 2020 y piden un mayor refuerzo institucional contra este virus, a sabiendas de que el cambio climático favorecerá que aumente su circulación y que deje de ser estacional. Desde Coria del Río hasta Campofrío, los vecinos se han manifestado ya dos veces para exigir una solución a futuro que no pase por fumigar los campos o la instalación de trampeos: una vacuna preventiva.

En ello trabaja el investigador del IrsiCaixa, Jorge Carillo, cuyo proyecto ha sido dotado con 5,7 millones procedentes de la UE. El objetivo es diseñar terapias que limiten el impacto del virus del Nilo Occidental, un patógeno emergente contra el que actualmente no existe ningún tratamiento ni vacuna. Para los caballos, una de las especies más susceptibles junto a las humanos, sí existe una eficaz, pero para las personas y pese a algunos intentos, todavía no se ha aprobado ninguna.

Según el investigador del IrsiCaixa son varios los hándicaps. Por un lado, explica, «el VNO es un virus con gran cantidad de linajes, aunque los que afectan a humanos son, principalmente, el 1 en Norteamérica y el 2 en Europa». El otro, es la reactividad cruzada de los flavivirus, familia a la que pertenecen el VNO, el Zika y el dengue, entre otros. «Se ha descubierto que la infección de Zika aumenta el riesgo de desarrollar cuadros graves de dengue, y eso se debe tener en cuenta a la hora de desarrollar una vacuna», insiste Carrillo. Pero, quizá, el motivo más importante en el retraso de una vacuna es que «no se le ha dado prioridad».

El proyecto que dirige Jorge Carrillo en el IrsiCaixa engloba dos patas: el desarrollo de una vacuna preventiva y de un tratamiento. En el caso de la vacuna, el objetivo es encontrar nuevas dianas. «Trabajamos con la proteína E del virus, que es la que produce la infección, porque sabemos que los anticuerpos dirigidos a esta proteína la bloquean». El objetivo, explica Carrillo, es encontrar el mejor candidato para obtener una mayor respuesta inmunitaria. Para ello trabajan con proteínas recombinantes, que son producidas en el laboratorio. Además, trabajan con partículas similares a los virus (VLPs, de sus siglas en inglés), pero que no contienen el material genético para ser infecciosas. «Lo que utilizamos es el armazón del virus para mimetizar el virus original y desarrollar respuesta inmunitaria», aclara el científico. «Lo que nos interesa es identificar la proteína que produzca la respuesta inmunitaria y una vez conseguido eso, si se necesitase, el inmunógeno podría adaptarse a vacunas ARN u otros vectores virales», apostilla.

El proyecto que dirige Jorge Carrillo echó a rodar en diciembre. Ahora están haciendo los primeros screening de las proteínas producidas en el laboratorio. Carrillo asegura que solo es cuestión de tiempo encontrar una que funcione. Está «convencido» de que lograrán una vacuna efectiva contra el VNO a corto plazo.

«El virus del Nilo es el principal patógeno transmitido por mosquitos. Ahora hay brotes en zonas concretas, pero es obvio que se va a expandir. Es un virus transmitido por las aves, y estas, con el calentamiento global, están modificando sus flujos migratorios. Es inevitable que el número de casos y la exposición a este virus y otros transmitidos por mosquitos aumente con el tiempo». De ahí, insiste Carrillo, el interés de la UE en financiar este tipo de proyectos.

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