No volveré a coger ninguna llamada de números de teléfono que no estén en mi agenda. Lo juro. Escúchame, Iberdrola. Naturgy, escúchame. Escúchame también tú, Amnistía Internacional. Escúchame, Repsol. Escúchame, Vodafone, Yoigo, etcétera. Escuchadme todos los centros de llamadas del universo mundo. No os volveré a atender. Venía haciéndolo por si era Dios el que me requería. No tengo a Dios en la agenda de mi móvil, de modo que tampoco podía reconocer su número.