Álvaro Benito: “No gay Premio Grammy que supere levantar la copa de una Champions”

Álvaro Benito: “No gay Premio Grammy que supere levantar la copa de una Champions”

«Mi padre siempre me recuerda que, con 18 años, cuando empiezo a jugar en el Real Madrid y me cambia la vida, paso de estudiar Derecho en la Complutense a no poder a ningún sitio, le decía que odiaba ser famoso. Él me contestaba: “¿Tú quieres jugar en el Madrid? Pues es lo que te toca’’. Con esto te digo que nunca he entendido la fama como concepto, me encanta que la gente me pare, me felicite por mi trabajo, pero lo que más vale es la exigencia propia. Nunca vas a agradar a todos. Por eso siempre he sido una persona tan feliz». Esta respuesta de Álvaro Benito (Salamanca, 1976) define su forma de transitar por la vida. Un estilo, el del exfutbolista y presentador de Movistar Plus+, donde priman la sencillez, el rigor, la sensibilidad y el afán constructivo. El descanso liguero lo ha dedicado a girar con Pignoise, su banda desde hace 20 años. Cuando le llamo, está a horas de retransmitir la Supercopa desde Varsovia (Polonia). Y mientras charlamos sobre los futuribles triunfos del equipo de Mbappé, me desliza su idea de éxito: «Hago una buena canción en casa y al día siguiente yendo al fisio la voy escuchando solo. Eso es».

Su vida está trufada de comienzos. Una lesión en el fútbol dio paso a su faceta de entrenador, luego a Pignoise y después se convierte en presentador y comentarista deportivo. ¿Dónde se lo han puesto más fácil y menos?

¡Buff, qué pregunta! Fácil no hay nada. El camino hacia ser futbolista son muchos años, sacrificio, fortuna… El mundo de la música fue más difícil por venir del fútbol. Me costó mucho romper esas barreras.

Hace un par de meses me encontré a Mateu Lahoz, exárbitro y compañero en Movistar Plus+, en los pasillos de vuestra tele y me dijo: «Ojalá Álvaro siga con nosotros y no nos lo quite la música». ¿Le tranquilizamos?

Sí. Este año me he quedado sin vacaciones para compaginar ambos trabajos. No creo que la música me aparte de esto. Soy un privilegiado.

Y sus sueños, ¿llevan banda sonora o pisan césped? O sea, ¿prefiere llevarse un Grammy o levantar una Champions como míster?

La música es como si fuera mi piel, siempre ha habido guitarras en mi casa, de hecho mis pagas de futbolista me las gastaba en discos. Dicho esto. No hay Grammy que supere levantar una Champions.

La selección femenina de fútbol se ha venido de vacío en las Olimpiadas y ha sido vapuleada por algunos. ¿Entiende esas críticas?

El deportista debe saber a qué crítica darle valor y cuál no, si es del aficionado fanático o de quién, teniendo en cuenta las circunstancias y que te hagan crecer. Ellas, como deportistas, serán las mayores críticas, como lo era yo, que la nube negra me duraba dos o tres días.

También en París, Álvaro Morata reconoció que había necesitado ayuda psicológica. ¿Es buena noticia que los futbolistas se muestren humanos o lo que tenemos que tener todos es más humanidad?

Las dos cosas. Desde pequeños hemos tenido que soportar insultos, parece que es un contexto donde la falta de respeto está permitida. A pesar de que te curtes, cuando llegas a la élite no todo el mundo tiene la misma fortaleza. Hay que educar a las nuevas generaciones y que los futbolistas le den naturalidad. No son superhéroes.

Al que la vida no le da hijos, ¿le da perros?

Ahora no me lo puedo permitir por la vida que llevo. Hace un año tuve que sacrificar al mío, que tenía trece años, y fue una tragedia. Quizá más adelante, si tengo tiempo o pareja estable que lo pueda cuidar, pueda tener otro.

Con Pignoise ha publicado disco por el 20 aniversario y se sigue formando de manera vocal e instrumental. ¿Necesita mejorar?

Siempre. Nunca he dejado de formarme y la evolución del grupo ha sido bestial. Paso la mayor parte de mi tiempo estudiando, o componiendo, haciendo las mejores canciones.

Sigue teniendo imagen de veinteañero y tiene tirón en todos las franjas de edad. ¿Lleva más vida de deportista de élite que de rockstar?

(Risas) No voy a ir de monje por la vida, pero me gusta hacer deporte, llevo una vida muy ordenada porque voy a hacer 48 años. Aunque hay que tener tiempo para ser un poco rockstar.

Villarino de los Aires, su pueblo en Salamanca, celebra estos días las fiestas de San Roque. ¿Es más de campeonato de mus, de partido de solteros contra casados o de dar el pregón?

El pregón no, nunca cultivo mi personaje, como Álvaro Benito hago pocas cosas. Soy de Salamanca y siempre he ido a veranear al pueblo de mis abuelos. De hecho, enseguida me escapo para allá. Soy de partido de solteros contra casados y de jugar al tute.

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