El arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, ha presidido este Jueves Santo en la Catedral de la ciudad la Misa Crismal, principal manifestación de la iglesia local, rodeado de obispos, presbíteros, diáconos, laicos, matrimonios, cofrades y consagrados.
Durante su homilía, el también presidente de la Conferencia Episcopal Española, cargo en el que lleva apenas quince días, fiel a su estilo, directo y al grano, ha querido dar un toque de atención a la Iglesia también “por conformarse con respuestas ‘low cost’ a algunos de los problemas de la sociedad de hoy “como quien pone una lavadora y sin cuestionar el Poder establecido”.
En este sentido, el religioso de Meneses de Campos llamaba a la “vida como vocación” , rechazaba que haya una crisis de llamada, “sería una blasfemia pensarlo”, decía, y aseguraba que más bien lo que hay es “crisis de respuesta”.
“Pero, sobre todo, lo que hay es un gran déficit de verdadero deseo por parte de todos nosotros, influidos por la cultura dominante, de ministros de la Eucaristía y del Perdón, de matrimonios abiertos a la vida, de consagrados que nos interpelen con su estilo de vida y de militantes cristianos dispuestos a dar la vida en el combate espiritual en favor de la verdad, la justicia y la paz”, advertía Monseñor Argüello dentro de las prioridades pastorales.
El presidente de los obispos españoles ponía también deberes a los laicos cuando les pedía que extiendan el reino de verdad, de la justicia y la paz, pero “viviendo sacerdotalmente”, que a su juicio pasa por ejercer la caridad social y política. “Tenéis que dar un paso adelante para colaborar en la catequesis, en la liturgia y en la caridad organizada de la Iglesia”, apuntaba.
Igualmente, les animaba a estar cerca de las personas mayores que están solas o enfermas, pero también que sean “testigos en casa y en la calle de la libre libertad, de la caridad verdadera y de la verdad caritativa en todas sus “relaciones y ambientes. Todo ello, insistía Argüello, “para ofrecer una propuesta de vida superadora del relativismo ético, del individualismo compasivo y de tantos enfrentamientos identitarios”.
El Cristo de la luz se queda sin salir
Por otro lado, la lluvia ha obligado s suspender una de las procesiones más queridas de Valladolid, que se celebra cada Jueves Santo: la del Santísimo Cristo de la Luz, obra de Gregorio Fernández, a cargo de la Hermandad Universitaria del mismo nombre.
Frente a ello, se procedió al rezo de un Vía Crucis en el interior del Palacio de Santa Cruz de Valladolid, punto desde donde tenía marcada la salida la cofradía junto al acompañamiento musical de la Banda Sinfónica de Arroyo de la Encomienda.
En un principio, se había tomado la decisión de llevar a cabo el acto procesional, pero la lluvia hizo acto de presencia a la hora de salida marcada, las 11 horas, por lo que tras pausar la salida unos minutos se optó por un acto interior en el Palacio Santa Cruz, donde estuvo presente la concejala de turismo del Ayuntamiento, Blanca Jiménez, y la delegada territorial de la Junta, Raquel Alonso.
La Hermandad de El Cristo de la Luz la forman profesores y estudiantes de la Universidad de Valladolid. Los momentos más emotivos son la salida y la entrada del Cristo de la Luz de la Capilla Universitaria, ya que los cofrades encargados de portar la talla tienen que ponerse casi de rodillas y sacar la imagen a ras de suelo, porque la altura del paso sobrepasa la de la puerta del Palacio de Santa Cruz.
Además de los sones barrocos, cuando la talla pasa por el edificio histórico de la Universidad se ha escuchado el “Laudeamus Igitur”, que recuerda la relación de la Hermandad con la Universidad de Valladolid.
La procesión del Cristo de la Luz, cuya talla es propiedad del Museo Nacional de Escultura, se ha llevado a cabo en 47 ocasiones de las 56 programadas, y se había suspendido en seis ocasiones, una más con motivo de la lluvia de la Semana Santa de 2024.
